Quienes no conocen detalles y caminan el Gran Buenos Aires, no entendieron la firmeza de Fernando Gray, presidente del PJ bonaerense, al afirmar ayer que “acá hay dos dos sectores: uno que esta en el gobierno y otro, que somos nosotros, la oposición, con el partido Justicialista y todos los sectores que acompañan. En el medio hay expresiones que respetamos pero no son ni una cosa ni la otra, oscilan”, en obvia referencia a Sergio Massa y a Roberto Lavagna.
La razón de esa afirmación fue simple: en tres mediciones que se realizaron en municipios de la tercera sección electoral, Cristina Kirchner ronda entre el 55 y el 62 por ciento de imagen positiva mientras que Macri está entre los 17 y 20 puntos. Diez más la gobernadora Vidal. Gray explicó que “no queda demasiado tiempo” para presentar las candidaturas y las alianzas en referencia a quienes se quieran sumar.
Los jefes comunales y los dirigentes del Frente Renovador de la provincia de Buenos Aires vienen presionando a Sergio Massa para que se decida a un acuerdo con la ex presidenta y el peronismo. Saben que si llegan a último momento no habrá lugares para sus nombres. El intendente de Tigre, Julio Zamora, desoyendo a Massa, ya cerró con La Cámpora, el sciolismo y el Movimiento Evita para ganarle a Cambiemos.
Massa ayer quiso hacer una jugarreta política para ganar tiempo pero no lo contempla la ley. En un programa de radio afirmó que el peronismo bonaerense llevaría un solo candidato en la provincia y dos candidatos a la presidencial, uno de Alternativa Federal y otro del peronismo. Según Massa, se podría replicar lo que sucedió en Jujuy en 2015 cuando Gerardo Morales llevaba la boleta de Massa y Macri.
La propuesta del tigrense no se puede realizar en Buenos Aires. En una nota de Info135 ya explicamos que solamente puede haber dos listas si el FR va y se suma al peronismo a nivel nacional, por lo cual habría acuerdo para el candidato presidencial y la de gobernador y recién ahí se podrían abrir las listas para la legislatura provincial y en algunas intendencias.
Massa está nervioso y tiene razón. Desde hace seis meses que nació Alternativa Federal y no crece en las encuestas, con el agravante que apareció Roberto Lavagna y le robo la mitad de los votos. La disyuntiva de Massa es acordar con el peronismo o jugar con Alternativa Federal, hoy muy devaluada. Se acabó el tiempo de hablar por celular con los intendentes del peronismo y decir que “va a arreglar” y después ir a la televisión y hablar peste de la ex presidenta.