El intendente de Mar del Plata, Carlos Arroyo, admitió hoy que no tiene diálogo con la gobernadora María Eugenia Vidal y que no fue invitado al asado con intendentes en Olivos pero, pese a todo, se mostró convencido de que irá por la reelección por Cambiemos.
“Si ella no me llama yo no la llamo a ella”, dijo Arroyo consultado sobre si habla con Vidal. Rápidamente, ensayó una particular explicación: “Debe ser que está conforme con cómo administro, porque hasta ahora no he tenido ningún problema”.
Arroyo también dijo que no fue invitado a la cumbre de intendentes de Cambiemos de la semana pasada: “Se habrán equivocado, se habrán olvidado, no sé. No me invitaron, no fui”, dijo pero acotó que no le molestó.
“Yo no tengo ningún problema con nadie. Tengo una excelente relación cada vez que viene a Mar del Plata con el secretario general de la gobernación”, añadió y sostuvo que “hay muchos políticos que viven pendientes de poder sacarse una foto, yo creo que eso es un error”.
Arroyo también habló del desplante que le hizo a Vidal en diciembre cuando fue a inaugurar las playas públicas en el arranque de la temporada. “Me fui porque me ponen al sol; un funcionario policial de segundo orden me falta el respeto a la investidura”, dijo.