En las últimas horas se presentó el espía de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Hugo Rolando Barreiro, en el Juzgado de Dolores, a cargo del juez Alejo Ramos Padilla. Según contó Raúl Kollmann en Página 12 el imputado se presentó ante el fiscal Juan Pablo Curi para presentarse como “arrepentido” y contar todo lo que sabe de la red de espionaje que involucra a Marcelo D’Alessio, parte de la Justicia, el gobierno y los medios hegemónicos para perjudicar a la oposición y especialmente a la ex presidenta Cristina Kirchner.
Barreiro fue el agente de la AFI que llevó a D’Alessio hasta el fiscal de Mercedes, Juan Ignacio Bidone, hoy separado temporalmente de su cargo. Barreiro, alias Rolo o El Francés, integraba la Sala 85, que es Contrainteligencia y revistó en las sedes de la ex SIDE en Ezeiza y en Miami.
En su declaración de ayer jueves ante el juez Luis Rodríguez, el fiscal Bidone reiteró que Barreiro le fue presentado oficialmente como integrante de la AFI. Es más, Rolo o El Francés concurrió con otro agente que exhibió una credencial de la AFI, Claudio Álvarez, otro hombre que integró la Sala 85, Contrainteligencia. Ambos le dijeron a Bidone que tenían información sobre el triple crimen de General Rodríguez –la causa que instruía Bidone– y el prófugo Ibar Pérez Corradi, escondido en la Triple Frontera. Pero, además, Barreiro llevó a Mercedes al falso abogado D’Alessio y también lo presentó como un experto en narcotráfico e integrante de agencias norteamericanas, en especial la DEA, dedicada a la lucha contra el narcotráfico.
Como se ve, Barreiro aparece como nexo entre la AFI y D’Alessio, ya que es quien introduce al falso abogado en la causa del triple crimen. Lo que hasta el momento Bidone no pudo explicar –seguramente intentará hacerlo ante el juez Alejo Ramos Padilla– es por qué pidió informes a Migraciones, a las telefónicas y a otros organismos para luego entregarle esa información a D’Alessio. El ahora detenido falso abogado usó esos datos para extorsionar a Pedro Etchebest y a Gabriel Traficante, un empresario y un aduanero, a los que les pidió miles de dólares exhibiendo su poder: que tenía información –la que le consiguió Bidone–; armas, vinculación con el fiscal Carlos Stornelli y el poder de que casi cualquier cosa fuera difundida por Daniel Santoro, ya sea en la televisión o a través del diario Clarín. En las escuchas telefónicas aportadas a la causa D’Alessio habla de importantes cantidades de dinero que manejaba en sociedad con Bidone.
Si decide contar lo que sabe, el juez Ramos Padilla podría ponerlo en el programa de arrepentidos.
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Gordo metete el dedo en el negro y sucio trasero tuyo..