Los ministros de Mauricio Macri están desesperados. Desde hace tiempo no pueden salir a la calle, caminar unas cuadras o tomar un café porque si lo reconocen los putean de arriba abajo. Sus familias están enojadas porque la pasan mal en cualquier shopping y en los barrios privados donde viven los empiezan a mirar mal.
El más perjudicado de todos es el ministro de Economía, Nicolás Dujovne, quien acostumbraba a salir caminando del ministerio hacia la Casa Rosada pero ya no lo puede hacer. Se cansó de las puteadas que recibe. Ahora decidió utilizar el auto oficial para trasladarse unos 100 metros, total la nafta no la paga él.
La ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, contó que fue a un supermercado de la zona norte del Gran Buenos Aires -¿Unicenter?- y una señora al reconocerla le dijo de todo. La ministra casi se puso a llorar. Como si fuera poco, días atrás Marcos Peña la mando a que ponga la cara para anunciar que la pobreza había llegado al 32%. “Cuidemos a Nicolás”, le dijo el jefe de Gabinete al presidente y decidió mandar a Stanley y Sica.
El mal humor de la ministra no es tanto que la puteen sino que ya sabe que no será la candidata a vicepresidenta, en parte por ser la mujer de Federico Salvai y amiga de Vidal.
Hace algunas semanas, un senador nacional del PRO fue seguido durante una cuadra por un conductor que lo reconoció cuando salía del departamento, acompañado por su chofer. Le dijo de todo, de auto a auto, rebeló el portal Infobae.
Cuando Luis “Toto” Caputo era el presidente del Banco Central un comensal al verlo cenar cómodamente en una parrilla, mientras el país estallaba y se rifaban 15 mil millones de dólares de reserva, lo insultó de arriba abajo.
Con este panorama, el gobierno nacional y el provincial decidieron que se acabaron los “timbreos” ante el temor de nuevos escraches. Cuentan en el ministerio de Educación bonaerense, que una de las razones principales de la gobernadora para arreglar con los gremios docentes, además de lo electoral, es por temor que este año se repitan los escraches cada vez que visitaba alguna escuela de la provincia.
La gobernadora contó que la semana anterior estuvo en Lanús reunidas con comerciantes y Pymes de la zona pero la totalidad de los presentes “repudiaron” las políticas del presidente Macri, y aunque no la mencionaron por decoro, ella supo que también caía en la volteada.
Es de tal magnitud la crisis que esta atravesando Cambiemos, que en un territorio amable como es la Capital Federal, el jefe porteño fue escrachado cada vez que pisaba un barrio cuando decidió cerrar las escuelas nocturnas. La medida fue derogada pero por las dudas, este año reemplazó sus timbreos por algunas caminatas muy bien organizadas y en lugares cerrados.
La situación económica y social es dramática. La gente se cansó de las mentiras tres años después que asumiera Cambiemos. La bronca se convierte en odio hacia el presidente cuando sonríe y dice que si es reelecto “seguirá el mismo camino”.
8 Comentarios
Son unos tirabombas…..mentirosos
Son argentinos quien hambrea a su pueblo ?
Tendrían que cargarlos a palos a estos Cipayos y traidores!!!!
Mentiras ustedes faltan a la verdad muy desestabilizador los de ustedes pseudo periodistas
Comparto su respuesta. Otro camino nos conduciría al abismo populista, del que no se sabe regresar.
Mentiras, todo ladrón ( peronchos k) creen que todos son de su condicion. Son los k los que no pueden salir a la calle, mentirosos!!!
MUY SERIA LA NOTICIA
LOS QUE NO PUEDEN SALIR A LA CALLE SON LOS PERONISTAS MAFIOSOS
PORQUE LA MAYORIA ESTÁ PRESO Y LOS QUE CAMINAN SOLO LO HACEN AMPARADOS EN LOS ENCUBRIDORES DEL SENADO ..COMO PICHETTO &CIA POR EJ LA SAQUEADORA SERIAL O AHORA LA MAMÁ LUCHONA ..
El voto castigo será lapidario.