El restaurante Novecento fue testigo anoche de una reunión secreta entre dirigentes encumbrados del PRO y de la UCR para comenzar a definir un plan “anticrisis” que les allane el camino a octubre y permita la reelección de Mauricio Macri. La discusión por la vicepresidencia quedó para más adelante.
La cena estuvo encabezada por los gobernadores de la UCR, Alfredo Cornejo (Mendoza) y Gerardo Morales (Jujuy), por un lado, y la gobernadora María Eugenia Vidal; el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta; el jefe de Gabinete, Marcos Peña; y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, por el otro. El único ausente fue el correntino Gustavo Valdés.
El debut de la mesa política ampliada estuvo centrado en buscar un plan “anticrisis” que le permita recuperar puntos perdidos al presidente Mauricio Macri con eje en temas centrales hoy para reactivar el consumo de los argentinos: como buscar un “acuerdo de precios”, reactivar créditos para el consumo y hasta se evaluará la posibilidad de reformular el Procrear. Los radicales reclamaron, como ya lo habían hecho, participar de las decisiones que toma el gobierno. Sus interlocutores del PRO prometieron escuchar.
La discusión por la vicepresidencia pasó para más adelante, ya que los radicales quieren primero asegurarse que formarán parte de una fórmula ganadora. La idea es que sea antes de la Convención Nacional Radical, que está prevista para fines de mayo.
El propio Frigerio ya anticipó que “no es un disparate” pensar en un vice radical y se refirió al caso puntual de Martín Lousteau. “No me parece un disparate. Tenemos muchas más coincidencias que disidencias con él y puede estar mucho más involucrado de lo que ha estado en la solución de los enormes problemas que tiene Argentina.Ojalá sea así”, dijo el ministro del Interior en A24. El otro que aparece como posible número dos de Macri es Cornejo, quien no tiene reelección en Mendoza.