Desesperada por la bajísima intención de voto de Mauricio Macri, la gobernadora María Eugenia Vidal busca una modificación en la reglamentación de las PASO para impedir que el peronismo pueda unificarse tras una candidatura única a gobernador y derrotarla.
El atajo electoral fue presentado ayer por el jefe de Gabinete, Federico Salvai, a su par de Nación, Marcos Peña y según fuentes de la Gobernación fue “muy bien recibido”. Se trata de eliminar el artículo 15 del decreto 443 de 2011, con el que Cristina Fernández de Kirchner instrumentó las PASO y que dice que “en el acta de conformación de las alianzas pueden establecerse acuerdos de adhesiones de boletas de diferentes categorías para las elecciones generales, con otras agrupaciones políticas no integrantes de la alianza”.
En concreto: hoy ese artículo permite que un eventual candidato de consenso del peronismo bonaerense vaya pegado a las boletas presidenciales del kirchnerismo, por un lado, y a la de Alternativa Federal, por el otro, y colecte votos de varias fórmulas nacionales. Cambiemos ya usó esa ventaja reglamentaria a su favor: de hecho, Gerardo Morales se convirtió en gobernador gracias a que fue colgado de varias boletas presidenciales.
Consciente del efecto letal que podría provocarle un rival de consenso del lado opositor sea quien sea, Vidal busca que Macri elabore un decreto que suprima esa posibilidad y tiene cierta urgencia ya que el cambio debería darse antes del llamado a elecciones generales que, por ley, debe ocurrir en las próximas semanas. Una vez convocadas las elecciones nacionales, Vidal haría lo mismo en territorio bonaerense.
Si Macri firma el decreto, la única chance para el peronismo de sumar votos de varias fórmulas opositoras se reduce a que haya un acuerdo entre el candidato del peronismo y el de Alternativa Federal. Por ende, con el cambio en las reglas de las PASO, Vidal se aseguraría que el voto peronista se divida en al menos dos alternativas electorales.