Después de lo que significó la presentación de su libro “Sinceramente” en cuanto a la monumental repercusión que logró, y de lo que ocurrió en Córdoba, con lo que fue la octava derrota electoral de Cambiemos en el año, Cristina Kirchner no se apartará un milímetro de una estrategia que le está dando buenos dividendos, y que apunta a seguir manteniendo el perfil bajo, con el lanzamiento de gestos destinados a alcanzar la unidad del peronismo y de otras fuerzas opositoras, sabiendo que esa es la herramienta para derrotar a Mauricio Macri en octubre.
En este contexto, cerca de la ex presidenta plantean que hasta fin de año, el Gobierno se expone a un desgaste constante. Y hacia allí es donde precisamente miran desde las usinas del kirchnerismo, con la idea de terminar de instalar cada vez con más fuerza la consigna “Cristina hace falta”.
“¿Y, qué va a hacer finalmente?”; “¿Será o no será candidata?”; “¿Le conviene o no al gobierno?”. Faltan sólo cinco meses para las elecciones presidenciales, y sin embargo éstas son las preguntas que desvelan tanto al gobierno de Mauricio Macri como a los referentes del llamado “peronismo racional”, y tanto a unos como a otros los desespera el silencio de CFK.
Es que, aunque no lo admitan públicamente, este panorama -que se asemeja a una especie de juego de las escondidas- les genera un vacío que no pueden llenar, y por lo tanto están pendientes día tras día de lo que haga o deje de hacer la ex presidenta, para de esa manera actuar en consecuencia.
Mientras, ella apuesta al efecto dominó del año electoral y cómo viene golpeando en la Casa Rosada la seguidilla de derrotas de los candidatos de Cambiemos, y de ahí que no dejará de insistir con la unidad del peronismo.
En tanto, las encuestas registran que ella sigue subiendo, tanto en imagen como en intención de voto, es cada vez más evidente cómo Cristina logra alterar los nervios de quienes están esperando que confirme si será o no candidata. Y como no podría ser de otra manera, los grandes medios también se suman a este juego.
Y en cuanto al gobierno, cerca de la ex presidenta preguntan, con un dejo de ironía, después de todo qué le cambia a Macri y compañía si ella es o no es candidata, sobre todo teniendo en cuenta que ya la jubilaron y dieron por muerto al kirchnerismo tantas veces…
Está claro que al hablar permanentemente de Cristina, para bien o para mal, la estrategia del Gobierno apunta a que la necesita en el centro del ring, porque discutiendo sobre ella, pasan a un segundo plano las cuestiones centrales que tienen que ver con la vida de los argentinos, como la inflación, el desempleo o la pobreza.