Las diputadas nacionales de la Coalición Cívica, Elisa Carrió y Paula Oliveto, y la dirigente Mariana Zuvic, del mismo espacio político, se presentaron formalmente hoy en la causa por espionaje ilegal que se sustancia en Dolores, donde están acusadas.
Un mes atrás, habían sido “invitadas” a declarar de forma espontánea por el juez federal Alejo Ramos Padilla. A las dos legisladoras se les adjudican vínculos con el espía ilegal y falso abogado Marcelo D’Alessio y su banda.
“Téngase por presentadas a las Dras. Elisa Carrió, Paula Oliveto Lago y Mariana de Jesús Zuvic por derecho propio”, se lee en el punto 18 de la resolución judicial que Ramos Padilla firmó.
El magistrado resaltó que a partir de ahora “podrán presentarse personalmente o con letrados de confianza que designen a compulsar el expediente, aclarar los hechos e indicar las pruebas cuya producción estimen pertinentes y útiles y que poseen todas las facultades y derechos que el código ritual les asigna”.
Tanto Carrió como Oliveto están acusadas de diversas maniobras relacionadas con la organización criminal que tenía a D’Alessio como uno de sus protagonistas. Sus nombres se repitieron en diversas declaraciones, tanto testimoniales como indagatorias. Por ejemplo, en la resolución del 10 de junio, en la que Ramos Padilla delimitó 31 casos que tiene bajo investigación, mencionó el “Envío de información de inteligencia a Paula Oliveto”.
En aquel escrito se realizó la “invitación” a declarar de las legisladoras y Zuvic. “Se encuentran querellados el Dr. Claudio Bonadío, las legisladoras Paula Oliveto Lago, Elisa Carrió, Mariana Zuvic, y el periodista Daniel Santoro”, escribió entonces Ramos Padilla, al solicitar la presentación espontánea de los acusados. La sospecha de que los nombrados pudieron haber cometido algún delito es alta: al notificar a Carrió, la trató de “imputada”.
Es más, los nombres de las dos diputadas aparecieron casi desde el inicio mismo del llamado D’Alessiogate.
Por ejemplo, en distintas declaraciones se mencionó un encuentro entre “Lilita” y D’Alessio, en Exaltación de la Cruz. También hubo encuentros entre el espía ilegal y Oliveto, con quien intercambió mensajes.
Según declaró como testigo en Dolores, bajo juramento de decir verdad, el periodista Rolando Graña, dijo: “D´Alessio tenía contacto con Paula Oliveto y me contó con lujo de detalles cómo se había reunido con Elisa Carrió en Exaltación de la Cruz, que Paula Olivetto lo lleva a ver a Elisa Carrió y que él habló sobre temas de narcotráfico largamente”.
Ante el peso de las evidencias, Oliveto no tuvo más remedio que blanquear que ella también se reunió con el falso abogado. “Me habré reunido con él tres o cuatro veces en mi despacho. Él dijo que tenía información sobre el narcotráfico y el triple crimen”, afirmó. Sus contactos telefónicos fueron más fluidos. Por ejemplo, Oliveto fue una de las personas a las que D’Alessio contactó luego del allanamiento a su casa, antes de ser detenido. Un dato no menor, a la luz de lo que sucedió luego: el inicio de la causa conocida como “presos K”, que pretende derribar el D’Alessiogate y tiene en la mira a Ramos Padilla, se basa en anónimos pero es impulsada por Oliveto y Zuvic.
Cuando imputó a D’Alessio, Ramos Padilla apuntó que la banda “realizaba actividades de inteligencia y espionaje ilegales para reunir información que era puesta a disposición de distintos funcionarios públicos, miembros de los Ministerios Públicos Fiscales nacional y provincial, legisladores nacionales y/o periodistas. En particular, esta información era puesta a disposición de las Diputadas Nacionales Paula Olivetto, Elisa Carrió, del fiscal Carlos Stornelli y de Daniel Santoro, entre otros”.
La tesis que surge del juzgado de Dolores es que con esa información se producían luego causas judiciales. Muchas veces, para perseguir opositores.