Por Alfredo Silletta. La última encuesta presencial que llegó este fin de semana a la Jefatura de Gabinete, que conduce Marcos Peña, dice que Juntos para el Cambio pierde por ocho puntos a nivel nacional, de allí ese tuit desesperado de Macri pidiendo que lo voten “sin argumentos”. Luego de leer la encuesta, un alto funcionario preguntó: ¿y por cuánto en Provincia?. Nadie quiso responder.
Se sabe que el peronismo unido está muy bien en Buenos Aires y que Mauricio Macri con su política brutal de ajuste es la figura más rechazada por los bonaerenses, de allí que tanto la gobernadora como los candidatos a intendentes “esconden” al presidente. Saben que su nombre es mala palabra.
Massa en las últimas horas volvió a insistir en que esconden a Macri. “Hoy estuve trabajando en Merlo y, para poner un ejemplo, los carteles de los candidatos son sin el presidente”, dice el tigrense y agrega: “Lo que va a pesar en las PASO es la heladera, no la meme en el celular”.
El equipo de la gobernadora Vidal sabe de esta situación, de allí que confían en la imagen de María Eugenia, e intentarán frenar la sangría de votos en la tercera sección electoral esta semana con varias presencias en Florencio Varela y Quilmes. Desde la Gobernación confían en mantener Quilmes y Lanús, dos territorios históricos del peronismo que pasaron a manos de Cambiemos en el 2015. En Quilmes, la gestión de Martiniano Molina ha sido muy mala, diferente la de Néstor Grindetti que aprovechó la plata que llegaba de Nación.
La gran batalla será en la primera sección electoral. Allí en las dos últimas elecciones estuvo pareja la elección entre Juntos para el Cambio y el Frente de Todos. La oposición confía hacer una gran elección, en parte porque están los votos de Sergio Massa que ganaba en Tigre y San Fernando y realizaba buenas elecciones en San Martín, Pilar y San Miguel.
La ‘esperanza blanca’ en el equipo de Vidal es que muchos de los votos que antes iban a Sergio Massa sean anticristinista y voten a Vidal. Nadie lo sabe, ni los consultores se atreven a predecir esos votos.
En la primera, el oficialismo confía en poner ganar San Martín y mantener San Miguel, Tres de Febrero y Pilar, mientras que el Frente de Todos esta confiado en el triunfo de Katopodis y aspira que Franco Laporta en San Miguel, Juan Debandi en Tres de Febrero y Federico Achaval en Pilar ganen los municipios que hoy están en manos de Cambiemos.
En el interior, el Frente de Todos esta confiado en revertir la mala performance de otras elecciones y, aunque no se gane, mejorar el volumen de votos.
Mientras la gobernadora está desesperada porque puede perder la provincia, salió hoy con declaraciones altisonantes: “El problema de la pobreza no se resuelve yendo para atrás. Para atrás es viajar en un tren sin freno automático y que te pase la tragedia de Once”.
Desde el Frente de Todos, Axel Kicillof seguirá con el discurso que más le duele al oficialismo: el aumento de la pobreza, la desocupación, el cierre de fabricas, las tarifas de luz y gas impagables, el transporte carísimo y los alimentos cada día mas difícil de comprar. “Vamos a trabajar en los problemas estructurales de la provincia, ahí están nuestras áreas de prioridad: educación, salud, empleo y producción. Son cuestiones básicas pero hoy están padeciendo por la ausencia de políticas de parte del gobierno provincial”, expresó y agregó: “el Banco Provincia prefiere jugar a las Leliq en vez de fomentar a las Pymes con créditos blandos para que no cierren”.