El periodista e historiador Hernán Brienza, en una síntesis extraordinaria, relata el significado de la película de El Guasón y la brutalidad del capitalismo.
“Fuimos a ver El Guasón. Es el mal sin redención. Una crítica brutal al capitalismo. Al sistema de elites. A las oligarquías. Pero no es una crítica desde la construcción de una alternativa revolucionaria. Lo es desde el centro mismo de la imposibilidad violenta que genera el sistema contra los excluidos, ya sean los pobres, los marginales, los frikis… No hay revolución posible. Sólo hay rebelión. Resentimiento. Es la Alemania de 1930.
Es el futuro que nos espera con el neoliberalismo. Nunca, ni una puta vez en tu vida, vas a lograr que un rico se ponga en los zapatos de un pobre, dice el Guasón. Y apunta también contra los comunicadores sociales que se burlan en la cara de los excluidos. Y les da su merecido.
Sólo queda la sonrisa ensangrentada del vengador como única victoria frente al sistema.
Joaquin Phoenix, perturbador e irrefutable como protagonista.
Es la angustia antes de la explosión, generada por cien capas de violencia cotidiana.
Es la respuesta violenta e inconducente que explota sin reparo.
No lo vas a entender. Concluye, el Guasón”.