El ministro de Seguridad, Cristian Ritondo, ordenó el desalojo de los trabajadores que desde hace poco más de dos meses mantenían tomada la planta de la multinacional Kimberly-Clark en Quilmes para reclamar por las 200 fuentes de trabajo, luego de que la fábrica cerrara en septiembre. La orden fue ejecutada por la policía bonaerense en plena madrugada y en forma violenta y terminó con ocho detenidos en la comisaría 8a de esa ciudad.
“A las 3:30 se hizo presente la policía con un gran operativo para desalojar a los compañeros que mantenían la ocupación en planta. El desalojo se hizo de forma absolutamente ilegal. Fue la única respuesta en estos dos meses de lucha”, contó uno de los empleados despedidos, que aguardaba hoy frente a la puerta de la comisaría 8 de Quilmes, donde trasladaron a los ocho detenidos.
“La única respuesta del gobierno es la represión, son los gases y son los palos. Tuvimos seis audiencias en el ministerio de Economía y no tomaron ningún tipo de posición. Nuestro reclamo es tan elemental como seguir llevando un plato de comida a nuestras familias”, agregó.
Los trabajadores mantenían la planta tomada de manera pacífica desde el 25 de septiembre pasado cuando los dueños de la firma que produce papel higiénico, rollos de cocina y servilletas, decidieron cerrar la planta ubicada en Bernal.
Ritondo, quien acaba de asumir como diputado nacional por Cambiemos y conducirá ese bloque, pidió la palabra en el recinto tras asumir y aseguró que el desalojo “no fue ilegal”.