Una “reforma integral del sistema federal de Justicia” será la base de un proyecto de ley considerado clave por el flamante Gobierno, y que por esa razón será enviado al Congreso para su tratamiento, aunque por estas horas hay un cerrado hermetismo y se desconoce en qué momento se pondrá en marcha el debate.
Ayer, frente a la Asamblea Legislativa, y a metros de los ministros de la Corte, Alberto Fernández dijo que hay que “terminar con la mancha ominosa que un sector minoritario le provoca a la credibilidad de la institución judicial”.
Precisamente, fue ese tramo de su discurso, hablando sobre la Justicia que viene, lo que provocó una generalizada ovación, que aplaudieron de pie sus palabras: “¡Nunca más a una Justicia contaminada por los servicios de inteligencia!”, dijo. “¡Nunca más a una Justicia contaminada por operadores judiciales, por procedimientos oscuros y por linchamientos mediáticos!”.
Y para que no queden dudas sobre su postura, el flamante presidente enfatizó: “Hemos visto el deterioro judicial en los últimos años. Hemos visto persecuciones indebidas y detenciones arbitrarias, inducidas por quienes gobernaban, y silenciadas por cierta complacencia mediática. Por eso hoy vengo a manifestar ante esta asamblea y ante todo el pueblo argentino, un ‘nunca más'”.
Quienes están cerca de Alberto, y conocen su trayectoria como hombre de ley, destacan que más allá de las burdas operaciones que en los últimos años se tejieron en los tribunales federales de Comodoro Py, lo que buscará desarmar es el inmenso poder que supieron acumular los doce jueces de ese fuero.
“Sin una Justicia independiente del poder político no hay república ni democracia -dijo Fernández desde el estrado-. Solo existe una corporación de jueces dispuestos a satisfacer el deseo del poderoso y castigar sin razón a quienes lo enfrentan”.
La transmisión de TV mostraba, de fondo, a un serio Ricardo Lorenzetti, que mientras fue presidente de la Corte construyó una relación muy próxima con Comodoro Py. Hoy, el titular es Carlos Rosenkrantz, quien fue promovido por Mauricio Macri.
Hasta ahora, Fernández no dio detalles del paquete de leyes que va a enviar al Congreso. Sí dijo que incluyen “enfatizar con eficacia y transparencia la investigación del crimen organizado, el crimen complejo y el narcotráfico y la droga”.
En los tribunales esperan que, por un lado, Fernández proponga un adelantamiento de la implementación del sistema acusatorio, que hoy rige solo en el Norte, a los tribunales federales porteños, teniendo en cuenta que se trata de un sistema más ágil y transparente, y que traslada la responsabilidad de las investigaciones de los jueces a los fiscales.
Y no se descarta que la nueva administración apunte a licuar paulatinamente el poder de Comodoro Py acumulado en estos años, mezclándolos con otros jueces penales, de instrucción o del fuero penal económico.
Durante la campaña, el flamante mandatario había recordado que el ex ministro de Justicia y ahora secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz, intentó sin éxito en el 2003 sumar a los más de 60 jueces del fuero penal ordinario a los 12 federales para diluir el poder de éstos últimos. Pero se peleó con el entonces director de la SIDE, Antonio Stiuso, se fue del gobierno y se autoexilió en Washington. Por eso mismo, Fernández se propone reescribir esa parte de la historia.
Mientras tanto, el jefe de los diputados de Cambiemos, Mario Negri, tras asegurar que el gobierno de Macri “no persiguió a nadie ni judicial ni políticamente”, dijo que espera ver el texto del proyecto de reforma de la Justicia antes de opinar. El legislador cordobés dijo que “hay que parar las antenas, porque no vaya a ser cosa que escondan alguna medida de impunidad o amnistía”.
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Segura,queda alguna duda con estos corruptos,para liberarse de todos los afanos y el pueblo trabajador sigue pagando impuestos para aguantar tanta vagancia en este pais