En otro gesto inequívoco a favor de las mayorías, el presidente le ordenó a YPF la suspensión del aumento del 5% a los combustibles que debía entrar en vigencia el lunes.
Sin el aumento, el litro de la nafta premium se mantendrá en $61,64, mientras que la Súper seguirá en $ 53,34. En el caso del gasoil, la Infinia Diesel sostendrá su valor en $58,84 y la Diesel 500 en $49,94.
La compañía había dispuesto un incremento del 5% que representaría un aporte de 0,2 punto porcentual en la inflación de enero, de acuerdo con la ponderación del Índice de Precios al Consumidor elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
La medida no sólo evita un incremento en la petrolera nacional, sino que también limita el accionar de las compañías privadas que operan en el país, ya que suele ser YPF la que moviliza la vara del resto del mercado.
Aunque por el momento es sólo un acuerdo, parece seguir la misma línea de los congelamientos establecidos en otros sectores, como electricidad y transporte.