Por Alfredo Silletta. Durante cuatro años, los medios dominantes hablaban de supuestas peleas y diferencias entre Mauricio Macri, María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta. El ala dura y el ala blanda, los CEOs contra el ala política. Que si Marcos Peña o Rogelio Frigerio, que la dureza de Mauricio y la ternura de María Eugenia. Todo fue para los giles, Cambiemos tuvo un solo jefe y se llamó Macri y una sola ideología: el negocio de unos pocos y el sufrimiento de la mayoría.
El presidente disfruta por estos días de sus prolongadas vacaciones en el exclusivo country Cumelén, en Villa La Angostura y ya avisó que vuelve para conducir la oposición al peronismo. Aparece rodeado de Patricia Bullrich, la nueva presidenta del PRO, de Elisa Carrió, de Miguel Ángel Pichetto más los sectores del campo que no aceptan pagar impuestos. Supuestamente enfrente aparecen Horacio Rodríguez Larreta, Rogelio Frigerio y Martín Lousteau.
En la provincia de Buenos Aires pasaría lo mismo. Por un lado, María Eugenia Vidal, sonriente y con nuevo novio, y un duro como Jorge Macri, intendente de Vicente López. En una posición intermedia, Emilio Monzó y algunos intendentes como Néstor Grindetti y Gustavo Posse.
Como en el teatro de la farsa, durante el 2020 y el 2021 nos harán creer que Macri banca a los duros como Patricia Bullrich o Pichetto para encabezar las listas que Rodríguez Larreta buscaran un perfil menos agresivo, más dialoguista. En realidad, la idea es ocupar la escena de los medios dominantes y finalmente acordar una lista de unidad, ya que Larreta aspira a ser el candidato a presidente de Juntos para el Cambio en 2023 y lo necesita al ex presidente, como así también a Elisa Carrió y sus delirios.
En la provincia de Buenos Aires la pelea es similar. María Eugenia Vidal, continuará mostrándose con su novio, sonriendo, preocupada por sus hijas y como “una más”. Volverá a ser Heidi y dejará en manos de Jorge Macri las posturas más duras contra Axel Kicillof. En realidad, Vidal hizo lo mismo que el ex presidente en la provincia: la endeudó, las obras al final no están, la seguridad empeoró, el cierre de Pymes fue brutal y maltrató a los docentes durante años, igual que hizo con la salud pública y la Justicia.
Los medios dominantes seguirán mostrándonos los “duros y los sensibles” de un mismo proyecto que dejó tierra arrasada, tanto en la Argentina como en la provincia de Buenos aires.
Como en el teatro de la farsa sus personajes se comportan de manera extravagante y extraña y aunque mienten deben ser verosímiles. Los medios dominantes los mostraron simpáticos, creíbles, enamorados, pese a que tanto Macri como Vidal dejaron una pésima gestión que destruyó a las clases medias y trabajadoras. Les será difícil al espectador olvidar que nos gobernaron y aniquilaron el tejido social. Es función del nuevo gobierno reconstruir rápidamente un país inclusivo para que la farsa de estos personajes no vuelvan nunca más a gobernarnos.