A días de cumplir un año preso por la causa que lo tiene como principal protagonista y a la espera de que la Cámara Federal de Mar del Plata revise si puede convertirse en arrepentido -algo que el juez de Dolores Alejo Ramos Padilla le cerró-, el espía y falso abogado Marcelo D’Alessio volvió a la carga en su plan por intentar demostrar que tiene que estar fuera de la cárcel, y ser beneficiado con arresto domiciliario.
Con ese objetivo, asegura que su detención es “bajo tortura”, y por esa razón su esposa presentó un recurso de habeas corpus ante el juez federal de Lomas de Zamora, Federico Villena, denunciando que durante la madrugada personal del Servicio Penitenciario Federal quiso trasladarlo al área de IRIC, el lugar donde están alojados los presos por corrupción.
En tal sentido, D’Alessio pidió expresamente no convivir con detenidos como Lázaro Báez o su contador, Daniel Pérez Gadín. En tanto, y por videoconferencia, D’Alessio tendrá una entrevista con el juez Villena, para transmitirle sus planteos.
“No solo no cesan las condiciones de tortura (celda 2×3, sin luz natural, sin poder caminar, aislado 24 horas sin comunicación, sino que ahora se está poniendo en riesgo la seguridad de D’Alessio”, afirma el hábeas corpus.
Lo curioso, según confirmaron fuentes judiciales, es que D’Alessio había pedido él mismo, a tres meses de su detención, estar alojado en el área del hospital de la cárcel de Ezeiza, el mismo lugar que ahora dice vivir como “una tortura”. Lo hizo a través de un habeas corpus que también tramitó ante el juez Villena, y en donde pidió poder tener visitas, llamadas y la posibilidad de salir una hora a caminar, lo que se le otorga al resto de los presos comunes.
Días atrás, el falso abogado rompió el silencio en una entrevista con Radio 10, en donde advirtió que si él habla se podrían caer cuatro causas de corrupción contra la hoy vicepresidenta Cristina Kirchner, en tanto afirmó que la ex ministra de Seguridad del macrismo, Patricia Bullrich, iba a “tener un problemón”.
También elogió al juez Ramos Padilla, que lo metió preso. “Estoy pidiendo que me ponga una tobillera y que pueda estar esta semana en mi casa con mis hijos, porque no doy más. Jamás me profugaría, jamás entorpecería la causa. Tengo mucho para aportar, no sólo en mi causa”, había dicho.
D’Alessio había alcanzado en noviembre un acuerdo de colaboración con el fiscal federal de Dolores, Juan Pablo Curi, para ser considerado “arrepentido” en la causa por espionaje y extorsión en la que está procesado y detenido, pero el juez de Dolores lo rechazó.