Axel Kicillof lo planteó con toda crudeza: al referirse a la gestión de su antecesora en el cargo, María Eugenia Vidal, aseguró que “hubo una política de espanto por cómo han endeudado a la Provincia”, situación que implica que “hoy no estamos en condiciones de pagar” los bonos a los acreedores de la deuda bonaerense, a quienes les propuso un reperfilamiento que vencerá el 5 de febrero próximo, y que por lo tanto “será la última oportunidad” para aceptar el acuerdo que posterga el pago de las obligaciones hasta mayo.
“Estamos buscando una solución que no signifique impactar en otras necesidades”, aseguró esta mañana el gobernador bonaerense en declaraciones a Radio La Red, oportunidad en la que resaltó que “Argentina con (Mauricio) Macri llegó a lo que llamaron reperfilamiento por no poder pagar, y en la Provincia también intentó reperfilar. Las dificultades de poder afrontar ese endeudamiento es lo mismo que pasa en la Nación. Esto lo venimos diciendo y los acreedores lo conocen”, agregó.
“Venimos haciendo todo de la forma más acelerada posible”, explicó mientras tanto Kicillof en una ronda con periodistas en el hotel King David, de Jerusalén, donde acompaña al presidente Alberto Fernández en una serie de actividades para recordar el Holocausto.
“Asumimos el día 11 de diciembre, a una semana de asumir convocamos a los bonistas, después vinieron Navidad y Año Nuevo, que son épocas difíciles. El 7 de enero convocamos a los bonistas formalmente y el 14 presentamos la propuesta”, dijo el gobernador, en una evidente respuesta a lo que parece ser el sector más duro de los acreedores.
En tanto, destacó que se trata de “una propuesta nada sofisticada: correr ese vencimiento al 1 de mayo cuando van a estar las cosas más claras. No propusimos una quita, solo posponer. Hoy los recursos de la caja de la Provincia no alcanzan”.
Kicillof destacó que a”estamos en diálogo con los bonistas. Es un diálogo que esperamos que llegue a una solución lo antes posible. Que sea una solución de buena fe y que permita llevar el proceso de búsqueda y restauración de la manera más ordenada posible”.
Y agregó que “esto requiere buena fe de las dos partes”, al subrayar que la extensión del plazo -el pedido concreto que hace el Gobierno- la consideran como una parte de buena fe.
Para que no queden dudas sobre la situación que encontró, detalló que “hoy no tenemos los recursos. Está mal diseñada la deuda de la Provincia, el 82 % está en dólares. Estamos buscando una solución que no signifique impactar en otras necesidades. Los bonistas pidieron un plazo mayor, algunos, otros aceptaron ´la oferta. Es un bono cuya propiedad está dispersa. Para que la aceptación sea general necesitas un 75 % de aprobación”, agregó.
Para el gobernador, “no se trata de una propuesta audaz”, sino que “simplemente se les pide que esperen un poco más así podemos hacer pie”.
Por otra parte, desde el Gobierno bonaerense pidieron a la oposición que “se llame a silencio”, mientras intenta llegar a un acuerdo con los tenedores de deuda externa.
En medio de las negociaciones, la ministra de Gobierno provincial, Teresa García, salió al cruce de las fuertes críticas lanzadas desde Juntos por el Cambio: “Dejaron a la gente sin vacunas, al IOMA fundido, a las escuelas en riesgo de explosiones y a las arcas sin un peso. Sería bueno que se llamen a silencio”, recomendó.
Sus palabras fueron la respuesta a los senadores y diputados de la oposición que insisten en que se podría pagar la deuda que el Gobierno pretende renegociar.