Luego que el intendente de Cambiemos en Mar del Plata, Guillermo Montenegro, decidiera suspender las clases desde el lunes hasta el 31 de marzo, el jefe de Gabinete de la provincia, Carlos Bianco, lo cruzó y aclaró que “los intendentes no tiene facultad para suspender las clases”. Bianco explicó que la decisión solo compete a la Dirección de Escuelas y no a los jefes comunales.
Otro intendente de Cambiemos, Julio Garro de La Plata, le exigió al presidente Alberto Fernández y al gobernador Axel Kicillof que “adopten medidas que protejan a los platenses, bonaerenses y argentinos”, pero no llegó a t suspender las clases como lo hizo su colega de Mar del Plata. Son los mismos jefes comunales que no dijeron nada sobre el desmantelamiento de Vidal sobre la salud publica.
Bianco recordó hoy, en declaraciones a Radio 10, que la opinión de expertos, hasta ahora, “no es suspender las clases lo que soluciona el problema”, sino, por el contrario, hay casos en el mundo que provocaron incluso mayor mortalidad, porque “para ir a trabajar, los padres dejan a sus hijos con los abuelos, y las abuelas”, que son los grupos de mayor nivel de riesgo.
En la Provincia, la Emergencia Sanitaria en los municipios es por 180 días y contempla la reorganización del personal sanitario para garantizar la cobertura de los servicios de salud, la suspensión de eventos culturales, deportivos y de participación masiva por 15 días. Durante ese plazo, también sé suspenden actividades en confiterías bailables, clubes nocturnos y pubs.
Los intendentes del Frente de Todos trabajan sumando esfuerzo a la emergencia nacional para contener el coronavirus. Fernando Espinoza, intendente de La Matanza, creó un Consejo interinstitucional para la acción coordinada para frenar la propagación y dispuso que en todos los hospitales del municipio ya se aplica el protocolo de atención en el caso de sospecha por coronavirus.
Fernando Gray en Esteban Echeverria, Mariano Cascallares en Brown, Jorge Ferraresi en Avellaneda, Mayra Mendoza en Quilmes, Mario Secco en Ensenada, Leonardo Nardini, en Malvinas Argentinas y Federico Achaval en Pilar, por nombrar algunos de los jefes comunales, se han puesto al frente de la prevención para frenar la pandemia. Se han adquirido carpas de aislamiento, trajes de protección, artículos de desinfección y de limpieza y la entrega permanente de información en todos los establecimientos e instituciones de sus municipios.
Cuando se habla con tanta liviandad de cerrar las escuelas hay que pensar que en la provincia de Buenos Aires cerca de dos millones de chicos almuerzan en las escuelas y qué funcionan además miles de comedores populares y merenderos en toda la provincia.