En el marco de las tensas negociaciones con los acreedores, y mientras el Gobierno recibió el apoyo del Fondo Monetario, gobernadores, intendentes, bancos nacionales, empresarios, industriales, gremios y diversas organizaciones sociales, en las últimas horas se sumó la contundente adhesión de 135 académicos internacionales en apoyo a la propuesta de reestructuración de deuda argentina.
“Una resolución responsable sentará un precedente positivo, no solo para Argentina, sino para el sistema financiero internacional en su conjunto”, remarca el escrito que tiene la firma de prestigiosos economistas de la talla de los Nobel Joseph Stiglitz y Edmund Phelps, además de Carmen Reinhart, Jeffrey Sachs, Dani Rodrik, Kenneth Rogoff, Ricardo Hausmann, Carlos Ominami y Thomas Piketty, entre otros.
El equipo económico que lidera el ministro Martín Guzmán negocia con los fondos acreedores la reestructuración de un pasivo que dejó el macrismo de 68.800 millones de dólares de deuda bajo legislación extranjera. La propuesta original que hizo el Gobierno fue rechazada por los principales acreedores, quienes pretenden un menor nivel de quita de capital, período de gracia e intereses de los que se proponen.
Desde Economía reconocen que existe todavía un margen de negociación. Hay que tener en cuenta que mañana vence el plazo oficial para aceptar la propuesta, pero se dejaría abierta la oferta hasta el 22 de mayo. La fecha coincide con el plazo que tiene el gobierno para pagar intereses de deuda canjeable.
Mientras, las adhesiones a la posición de diferentes actores de la actividad económica se multiplicaron. Ahora se suma un apoyo académico que le otorga otra dimensión al análisis de la propuesta. En una carta publicada con el título “Es esencial la reestructuración de la deuda privada argentina”, un grupo 135 académicos internacionales prestigiosos publicó un texto solicitando a los acreedores a que acepten la oferta argentina.
“Creemos que un acuerdo sustentable beneficia a ambas partes: a una economía en dificultades con 45 millones de personas y a los prestamistas. Es el momento para los acreedores privados a actuar de buena fe”, señala el documento. El texto recuerda que los primeros apoyos a posiciones como la Argentina provino de organismos multilaterales. “El Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y las Naciones Unidas han lanzado varias iniciativas para aliviar la carga de la deuda pública en esta situación extraordinaria. Como primer paso, los países del G20 acordaron otorgar una moratoria sobre la deuda bilateral oficial de las 76 economías más pobres del mundo”, señala el texto de los especialistas.
Los acreedores reclamaban que haya un acuerdo previo con el Fondo antes de iniciar negociaciones con ellos, pero al conocerse la posición del organismo, coincidente con la argentina, la ningunearon. “En febrero, antes de que la crisis de covid-19 se agudizara, el FMI concluyó que la deuda pública de Argentina es “insostenible”. Existe consenso en que la deuda es inasequible, y los pagos de intereses se han duplicado como parte de los ingresos del gobierno. Para ser franco, el costo de la refinanciación se ha vuelto excesivamente alto”, agrega el documento.
“Una renegociación requiere el compromiso de todas las partes. Argentina ha presentado a sus acreedores privados una oferta responsable que refleja adecuadamente la capacidad de pago del país: un período de gracia de tres años con un corte menor en el capital y un corte significativo en los intereses. La propuesta está en línea con el análisis técnico del FMI, que establece que se necesitará un alivio sustancial de la deuda de los acreedores privados de Argentina para restablecer la sostenibilidad de la deuda con alta probabilidad”, reiteran los economistas.