El concejal moronense de Juntos por el Cambio, Emiliano Catena, quedó envuelto en un escándalo político luego de haber viajado a Miami en plena pandemia y con una licencia pedida en base a firmas truchas. Después de que se creó una comisión para investigar la situación, terminó renunciando. El caso seguirá en la Justicia.
El conflicto comenzó cuando Catena pidió licencia laboral: lo hizo el 17 de mayo pidiendo que rigiera a partir del 10 de junio. Pensaba que no habría sesiones presenciales en el Concejo. Sin embargo, cuando el cuerpo resolvió sesionar el 27 de mayo, Catena presentó otra nota pidiendo licencia a partir del 26 de mayo para no quedar expuesto. Pero el dirigente ya no estaba en el país desde el 15 de mayo: estaba en Estados Unidos, donde reside su hija, y es por eso que la sospecha de sus pares es que hizo que alguien falsificara su firma en el pedido de licencia para no quedar en offside.
Con esa sospecha, el presidente del Concejo Deliberante, Jorge Labiuzza, impulsó una comisión investigadora del caso y pidió pericias de las firmas que mostraron que no eran de Catena. Frente a esta situación, el propio Catena acusó ser víctima de una operación y renunció el 2 de julio pasado. Finalmente ayer, el Concejo Deliberante aceptó su dimisión de manera unánime.
“Catena se fue del país el 15 de mayo a Estados Unidos como repatriado porque tiene residencia norteamericana. Se fue y no le avisó a nadie, y presentó dos pedidos de licencia, que no pueden estar firmados por él porque ya no estaba en el país, para que no se note que no iba a estar”, explicó a Página 12 Cristian Herrera, concejal de Juntos por el Cambio, luego de la sesión en la que el Concejo Deliberante aceptó la renuncia de Catena. “Él aspiraba a cobrar durante 25 días sin laburar. Y si no hubiésemos pedido de sesionar hubiese seguido así, sin pedir licencia y sin avisar que se había ido del país”, acusó su compañero de bloque quien también explicó que sufrió presiones de su propio espacio para no votar a favor de la comisión.
“Para mí hubo un delito, la falsificación de firmas existió. Pero el bloque de Tagliaferro salió a defenderlo a ultranza y apretaron hasta el último día para que no se investigara. Y cuando finalmente se abrió la investigación, se victimizaron y comenzaron a denunciar una persecución que nunca existió”, finalizó el concejal de Juntos por el Cambio.