Antes de la pandemia, ir a ver al saxofonista tenor J.D.Allen era como participar de una misa religiosa. Los aficionados del jazz del barrio de Greenwich Village o quizás de algún bar de Brooklyn, saben que el músico toca durante 60 minutos casi sin respirar, sin dirigirse a la audiencia o beber algo. Allen considera que su música es un todo y no necesita de palabras o sonrisas.
Más allá que el músico nacido en Detroit, transita su música desde hace 20 años por las calles de New York, donde acompañó a grandes como Ron Carter, George Cables, Betty Carter, David Murray, Jeremy Pelt o Wallace Roney, entre otros, recién e los últimos 8 años se ha convertido en una estrella, en parte luego de abandonar algunas adicciones y encontrar casi la perfección en el trio con bajo y batería.
Su reciente lanzamiento “Toys / Die Dreaming”, es u decimocuarto como líder, acompañado por los jóvenes y talentosos Ian Kenselaar en contrabajo y Nic Cacioppo en batería.
Allen toma lo mejor de la tradición de un Coltrane o un Rollins pero tiene su propio estilo. Sus composiciones son muy personales donde siempre está la fuerza y la melodía a la par. Mezcla la tradición y la modernidad y nadie puede negar su virtuosismo en el saxofón. En su música nunca falta su compromiso con las luchas de los afroamericanos desde la esclavitud hasta nuestros días.
A escuchar disfrutar su nuevo trabajo.