La Oficina Anticorrupción denunció en la Justicia que Mauricio Macri, su ex jefe de Gabinete Marcos Peña, el ex ministro de Interior, Rogelio Frigerio, y otros ex funcionarios durante su gestión, operaron para venderle fabulosas propiedades del Estado a sus amigos, simulando subastas en los que participaba un solo oferente o a veces dos, pero con adjudicaciones a precios muy por debajo del valor puesto por el Tribunal de Tasación. El perjuicio para el Estado fue de casi 75 millones de dólares.
Según revela el periodista Raúl Kollmann en Página/12, entre los inmuebles con los que se quedaron los íntimos figuran parcelas de enorme valor monetario en Catalinas Norte, a las puertas de Puerto Madero, además de otras propiedades en CABA y una enorme estancia parecelada de 12 mil hectáreas, en Córdoba.
Los nombres de algunos de los amigos son conocidos: Nicolás Caputo, Mario Quintana, el dueño de la casa en Villa La Angostura donde Macri suele descansar; los titulares del banco Safra, el elegido por Gianfranco Macri en Suiza para depositar los dólares que luego blanqueó; integrantes de la familia Blanco Villegas (vinculados a la madre del ex presidente), y numerosos y poderosos aportantes de la campaña de Cambiemos.
Los datos de las irregularidades fueron detectados por la Sindicatura General de la Nación (Sigen) y la auditoría interna de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), que es la que manejaba esos inmuebles. Sobre esos informes demoledores, la Oficina Anticorrupción (OA), a cargo de Félix Crous, presentó la denuncia que recayó en el juez Julián Ercolini -un amigo del macrismo- y en el fiscal Gerardo Pollicita.
El cuerpo central de la denuncia apunta a varias irregularidades:
– Para las subastas se estableció un valor de base 30 % por debajo del fijado por el Tribunal de Tasación. La idea era que en la subasta se llegara al valor de mercado, pero en todos los casos se adjudicaron los terrenos a muchísimo menos de lo que valían. De ahí el perjuicio de casi 75 millones de dólares.
– Las subastas tuvieron una particularidad llamativa: se interesaron grupos y empresas del mundo entero, pero finalmente a la subasta sólo concurría un oferente o a lo sumo dos. “Mediante el direccionamiento de las subastas garantizaron que no hubiera puja o que la puja fuera aparente”, dice la denuncia.
– En todos los casos, se trató de amigos de Macri, de aportantes de su campaña. En ocasiones, para que no se notara que los adjudicatarios eran los mismos, combinaron los mismos nombres en distintas sociedades.
Demás está decir que lo más apetecible fueron los seis terrenos de Catalinas Norte, ubicados a la entrada de Puerto Madero, en la zona inmobiliaria más valorada de la ciudad de Buenos Aires. En la denuncia, la OA hace un perfil de los que se quedaron con esas parcelas millonarias.
En la denuncia se precisa que hubieron 15 grupos empresarios interesados en los terrenos de Catalinas Norte, pero sólo 4 fueron habilitados. Todos amigos o vinculados a Macri y uno solo, OPM, que no ganó ninguna subasta. El total del perjuicio al Estado en estas ventas fue de más de 52 millones de dólares y la OA imputó a Macri, Peña y Frigerio, firmantes de las adjudicaciones, así como a la cúpula de la AABE, encabezada por Ramón María Lanús.