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22 noviembre, 2024
PAÍS

La reaparición pública de Macri profundiza la grieta y peleas internas en Cambiemos

Tan enrarecido está el clima en Juntos por el Cambio, que ya resulta indisimulable la tensión que domina al espacio a partir de lo que fue la reciente reaparición pública de Mauricio Macri. Tanto es así que la conducción nacional de JxC resolvió postergar la habitual reunión por videoconferencia de los lunes, a fin de pasar a partir de ahora a encuentros cada 14 días, en lugar de semanales.

En la coalición opositora hizo ruido especialmente la declaración del ex presidente acerca de que no debería haber delegado en el “ala política”, identificada con Rogelio Frigerio y Emilio Monzó, la negociación de su gobierno con el peronismo.

En medio de esa situación, la postergación de la videollamada sirvió para demorar que dirigentes de ambos bandos, “duros” y “moderados” vuelvan a verse las caras.

De hecho, el sector “duro” dejó entrever que pretendía en el próximo encuentro avanzar con la idea de sumar presión al Gobierno para comenzar a levantar la cuarentena, pero eso generaba desacuerdos con uno de los principales referentes de los “moderados”, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, quien no quiere romper el diálogo con la Nación y la Provincia.

En la última reunión virtual, celebrada el martes de la semana pasada, un día después del “banderazo” del 12 de octubre, Larreta fue precisamente el gran ausente, por “problemas de agenda”. Sin embargo, esto fue interpretado como un gesto político dado que también se había ausentado de la videoconferencia inmediatamente posterior al banderazo del 17 de agosto pasado.

Las tensiones entre el “ala dura” y el “ala moderada” de Juntos por el Cambio volvieron a aflorar este mismo lunes, cuando la mano derecha de Monzó en el Congreso hasta 2019, el ex diputado Nicolás Massot, dijo mostrarse “sorprendido” por las declaraciones de Macri, críticas para con los “filoperonistas” del espacio, y agregó que el ex mandatario “subestimó” al “ala política” durante su gobierno.

Además, el titular de la Coalición Cívica-ARI en la provincia de Buenos Aires, Andrés De Leo, dijo que Macri “claramente no es el líder ni el referente de Juntos por el Cambio”.

Mientras, el manejo de la pandemia -y la relación con la Casa Rosada- es uno de los temas que más diferencias genera. Mientras Macri cree -y declara- que la cuarentena “hizo mucho daño”, los sectores más cercanos a Rodríguez Larreta están convencidos de que fue necesaria. No fue casual que el día posterior a la reaparición del ex presidente, el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, sostuviera que “la cuarentena precoz evitó una catástrofe sanitaria”.

El problema es que ese discurso se parece demasiado al del Gobierno. Alberto Fernández fue solo un poco más frontal cuando aseguró: “Macri, la cuarentena sirvió para que la Argentina se ponga en orden después del desastre que dejaste”.

La pregunta que hoy divide a la principal fuerza opositora es simple: qué llevó a Macri a levantar su perfil ahora y qué busca con sus declaraciones. “Me han vuelto loco todo el año preguntándome por qué no hablaba. Ahora cuando hablo es por qué hablo. Lo hago porque sentí que la situación lo ameritaba”, señala Macri, que sale a hablar ahora porque entiende que es la hora de aprovechar el descontento creciente con la gestión de Alberto Fernández.

Los ex funcionarios que se mantienen fieles a su lado lo explican con otras palabras: “Mauricio sale para capitalizar el banderazo y aprovechar el regalo que le hizo el Gobierno al señalar que era una movilización de Juntos por el Cambio. Ojalá nosotros tuviéramos la capacidad de mover toda esa gente”. No hay lugar para las casualidades: la primera entrevista de Macri a un medio nacional después de haber dejado la presidencia se emitió el lunes a las noche, pocas horas después de la última protesta contra el Gobierno.

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