Al fiscal la Navidad lo pilla en su peor hora. A la confirmación de su procesamiento de la Cámara Federal de Mar del Plata por armarle una cámara oculta a un abogado y montar una operación de espionaje contra el ex marido de su esposa, se le suma la investigación del juez federal Alejo Ramos Padilla sobre nuevas pruebas que muestran la relación del fiscal con las operaciones del falso abogado Marcelo D’Alessio.
En el juzgado federal de Dolores, a cargo de Alejo Ramos Padilla, trabajan intensamente en nuevos documentos sobre la participación del fiscal Carlos Stornelli en las operaciones de espionaje ilegal, extorsiones y otras maniobras protagonizadas por el falso abogado Marcelo D’Alessio. Contra lo que se pretendió instalar, la Cámara Federal de Mar del Plata no absolvió a Stornelli en ninguno de los cargos, sino que se confirmó su procesamiento en dos hechos graves, armarle una cámara oculta a un abogado y montar una operación de espionaje contra el ex marido de su actual esposa. Pero tampoco fue absuelto en otras seis acusaciones, sino que se ordenaron nuevas investigaciones, publica hoy Tuny Kollmann para Página12.
Tampoco el periodista Daniel Santoro fue absuelto por su papel cuando D’Alessio extorsionó al empresario Mario Cifuentes o a los imputados en el caso de los contenedores de la Aduana ni cuando llevaron a declarar, bajo presión, al ex funcionario de Pdvsa Gonzalo Brusa Dovat, ni cuando usaron a D’Alessio para declarar ante Stornelli en el expediente por el Gas Natural Licuado.
Todo ahora es parte de nuevas investigaciones de Ramos Padilla. Pese a la insistencia mediática, el fallo de la Cámara de Mar del Plata dejó múltiples elementos de análisis:
Se ve que la Cámara rehuyó tratar la situación del fiscal preferido de Comodoro Py. Fue procesado por Ramos Padilla el 6 de agosto de 2019 y ahora confirmó el procesamiento el 11 de diciembre de 2020. Tardó casi un año y medio. Vale la comparación con el caso del Memorándum de Entendimiento con Irán: Claudio Bonadio procesó a Cristina Fernández de Kirchner y a Héctor Timerman el 7 de diciembre de 2017 y la Cámara Federal confirmó el procesamiento el 21 de diciembre de 2017. Tardó 14 días.
Se pretendió instalar que el fallo benefició a Stornelli. Lo objetivo es que le fue confirmado el procesamiento a un fiscal de la Nación. La Cámara sostuvo que utilizó espionaje ilegal contra el piloto Jorge Castañón, ex marido de la actual esposa del fiscal. “La conducta asumida por Stornelli –dice el fallo– fue suficiente como para poner en marcha un mecanismo de obtención de información personal, lo que fue encargado a una persona que él creía era de la DEA. Por lo tanto, asiste razón al juez porque se encuentra acreditada la participación de Stornelli en tareas de investigación por fuera de una causa penal”. Lo asombroso es que la Cámara omitió ingresar en el aspecto más grave de la operación de D’Alessio-Stornelli contra Castañón: el falso abogado y el fiscal hablaron en concreto de maniobras para meter preso al piloto. Incluso mencionaron la posibilidad de plantarle droga en una valija.
El caso de la cámara oculta que Stornelli mandó a hacerle al abogado José Manuel Ubeira también mereció la confirmación del procesamiento. Por empezar, ya es un hecho gravísimo el espionaje de un fiscal a un abogado. Pero la historia detrás es de máxima importancia. El arrepentido Leonardo Fariña pensaba en arrepentirse de haberse arrepentido, o sea en dar marcha atrás en sus declaraciones, la mayoría guionadas, como ya se probó. Por eso intentó una reunión con Ubeira, abogado defensor del ex titular de Yaciretá, Oscar Thomas, en el caso de las fotocopias de los cuadernos. Como Ubeira no admitió ninguna transacción, Stornelli y Fariña tramaron una cámara oculta para volver a tentar a Ubeira, pero esta vez para denunciarlo y sacarlo de la causa de las fotocopias. De acuerdo a los propios chats, D’Alessio se ofreció a hacerla y el fiscal le insistía en que había que concretarla.
En el caso del expediente del Gas Natural Licuado (GNL), lo que ocurrió es que cuando la causa se caía a pedazos porque se probó la falsedad del peritaje del ingeniero David Cohen, Bonadio-D’Alessio-Stornelli salieron al rescate. El fiscal le tomó declaración al falso abogado, pero la maniobra era tan grosera que hasta ocultaron la declaración por más de un mes. ¿Qué resolvió la Cámara de Mar del Plata? Enviar esos hechos a Comodoro Py para que los investigue el juez que hoy sucede al fallecido Bonadio, Marcelo Martínez de Giorgi. ¿Quién es el fiscal en esa causa? El mismo Stornelli. Algo similar hicieron con el caso conocido como la Mafia de los Contenedores, donde D’Alessio le escribió la declaración a una de las imputadas, Patricia Fernández, a la par que extorsionaba a las familias de otros imputados pidiendo 500 mil dólares. La Cámara envió los hechos al juez en lo Penal Económico Marcelo Aguinsky, que instruyó el expediente de los contenedores desde el principio. ¿Un juez en lo Penal Económico investigando espionaje? Lo que se exhibe es voluntad de tirar la pelota afuera.
La Cámara de Mar del Plata fue elogiosa con Ramos Padilla. Sostuvo que sus resoluciones tienen fundamento y elementos de prueba. También le ratificó la competencia en la mayoría de los casos. Pero el punto significativo es que hace un año, la Cámara decía que no se debían separar los hechos –“no debe desguazarse la causa”– porque todos los hechos fueron cometidos por la misma asociación ilícita. Ahora, en cambio, analizó hecho por hecho y envió un par a la Capital Federal. Otra pirueta consistió en que la Cámara consideró que no se le podía aplicar a Stornelli la ley de inteligencia porque las prohibiciones –según la Cámara– sólo rigen para los ex funcionarios de la Agencia Federal de Inteligencia y otras fuerzas. Pero hace un año procesaron al fiscal Juan Ignacio Bidone diciendo lo que dice la ley: “Será reprimido con prisión de tres a diez años todo funcionario o empleado público que realice acciones de inteligencia prohibidas por las leyes”. O sea, le aplicaron un criterio a un fiscal provincial y otro al fiscal federal preferido de Cambiemos.
Más allá de lo que dice la Cámara, lo objetivo es que Stornelli aparece actuando con D’Alessio en varios hechos. El falso abogado le llevó de prepo un arrepentido, Brusa Dovat. El fiscal le hizo entrar el auto a Comodoro Py y permitió que D’Alessio esté en la declaración. Stornelli puso a declarar a D’Alessio cuando se caía la causa del GNL y ocultó la declaración. El fiscal dialogó con D’Alessio durante varias horas en Pinamar justo cuando se produjo el apriete/extorsión al empresario Pedro Etchebest. D’Alessio le entregó cámaras ocultas ilegales grabadas en Uruguay acusando a empresarios de estar vinculados con Irán. Stornelli no denunció esas cámaras ocultas ilegales. A todo esto se suman los pedidos para la cámara oculta a Ubeira y el espionaje a Castañón, el ex marido de la actual esposa del fiscal. Todo este conjunto es el que la Cámara “desguazó”, pero igualmente es sobre el conjunto que se trabaja ahora en el juzgado de Dolores. Mientras tanto, con dos procesamientos confirmados, Stornelli sigue ejerciendo de fiscal, custodiado por el procurador Eduardo Casal.
A todo esto se agrega otro procesamiento de Stornelli que todavía no fue abordado por la Cámara. Pablo Barreiro, ex secretario de los Kirchner, no sólo denunció que lo extorsionaron, sino que lo declaró ante Stornelli, sin que el fiscal hiciera nada. D’Alessio le pidió 500 mil dólares y le insistió en que debía ir a declarar ante el fiscal, arrepentirse, denunciar a CFK, y que de esa manera iban a evitar que lo detuvieran y también liberarían a su padre, preso en Marcos Paz. Esto motivó un nuevo procesamiento de Stornelli en octubre pasado y habrá que ver si también en ese caso la Cámara tarda un año.
Tampoco Daniel Santoro fue absuelto de nada, como se intentó difundir. Su allegado D’Alessio le estaba exigiendo 1.200.000 dólares al empresario Mario Cifuentes. Desde ya que no hay evidencia de que Santoro participara de la extorsión económica, pero está acusado por la extorsión política: presionaban a Cifuentes para sacarle dinero pero también para que declare como arrepentido contra el kirchnerismo. Además querían quitarle la empresa. Dos veces en el programa Animales Sueltos mencionó a la empresa de Cifuentes (OPS) cuando se refería a una constructora brasileña (OAS), pero la Cámara consideró que fueron “equivocaciones”, pese a que D’Alessio le advirtió a Cifuentes en esos dos días, consecutivos, que le mandaría un mensaje en el programa televisivo y que debía pagar y arrepentirse.
Mientras D’Alessio extorsionaba, Santoro cometió otras “equivocaciones” porque el falso abogado “lo engañó”: introdujo a D’Alessio en el juzgado de Aguinsky, en la fiscalía de Stornelli, en la causa del GNL, vio cuando el falso abogado estaba con un arma en la cintura y presionaba a Brusa Dovat para que declarara, mencionó la empresa de Cifuentes y también le reportó a D’Alessio lo que pensaban y quiénes eran las fuentes de sus compañeros de Animales Sueltos. Con esa información después D’Alessio hizo un informe de inteligencia. D’Alessio fue fuente de numerosos periodistas –sostuvo Ramos Padilla en su fallo–, pero Santoro fue el único que apareció en todas las operaciones. Para colmo registra un antecedente inquietante: fue el que publicó la falsa noticia de que Máximo Kirchner y Nilda Garré tenían una cuenta millonaria en dólares en un pequeño banco de Delaware. Eso lo desmintió hasta el propio gobierno de Estados Unidos. Sobre la base de todos los hechos en los que aparecen envueltos Stornelli y Santoro, el mandato es que se siga investigando.
Y en eso ya se empezó a trabajar en Dolores. Hay un enorme hermetismo, pero se menciona que habrá novedades en los próximos tiempos.
Stornelli aseguró en TN que ‘es falso que se haya extorsionado a los arrepentidos’ y lo detonaron: “Lo dice el sortijero de la calesita”