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La Plata
22 noviembre, 2024
PAÍS

Aborto: el macrismo apunta a rechazar la ley para evitar que salga beneficiado el Gobierno

Mañana, día clave, será la jornada en la que el Senado finalmente podría convertir en ley el proyecto sobre la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), y a medida que se acerca la hora crece la incertidumbre respecto a cómo votarán sobre todo aquellos legisladores que, en teoría, todavía no definieron qué harán cuando llegue el crucial momento de definir si están a favor o en contra de la legalización del aborto.

Sin embargo, en las últimas semanas comenzó a crecer con intensidad el rumor acerca de que, más allá de sus convicciones personales, habría bajado una orden por parte de los referentes de Juntos por el Cambio, y en particular del PRO, para se vote de manera negativa. ¿El motivo? No entregarle lo que consideran un “triunfo” al gobierno de Alberto Fernández, ante la convicción de que el presidente capitalizaría a su favor ese resultado.

Justamente, entre las presiones para influir en el voto de los indecisos y la creciente sospecha de que la oposición, motorizada por un exponente del ala dura como Mauricio Macri, puso en marcha una jugada para frustrar la sanción de la ley y evitar que el Gobierno festeje el eventual triunfo verde.

“Si existiera una estrategia política para que cambien su voto los senadores de Juntos por el Cambio que iban a apoyar el proyecto, nadie lo va a reconocer porque sería arruinar la maniobra”, afirmó un referente de la coalición opositora, aunque allegados a la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, negaron que se haya acordado algo semejante y reiteraron que “es un tema individual”.

En tanto, fuentes parlamentarias aseguran que el proyecto está cerca de ser aprobado, pero con un escenario de paridad absoluta. Los distintos sondeos se mueven desde 35 a 34 en contra con un indeciso, o exactamente el mismo número a favor, y hasta hay quien asegura que hoy se encuentran 34 votos a favor, 34 en contra y dos indecisos que podrían terminar en abstenciones o inclinando la balanza para uno u otro lado.

Por eso, la sola posibilidad de que el oficialismo sufra una derrota en el recinto abrió el camino a nuevas negociaciones y a posibles cambios en el texto para intentar garantizar el visto bueno de la Cámara alta. Esa alternativa, demoraría la sanción del proyecto que, tras sufrir cambios, debería volver a ser tratado en Diputados para convertirse en ley.

Los principales referentes del ala dura de Juntos por el Cambio tanto dentro del Congreso como fuera trabajan contrarreloj para que la norma no salga. Entienden que sería entregarle un trofeo al Gobierno. En la mayoría de los casos no se trata de una posición definida sobre el aborto, sino de la intención mezquina de asestarle un golpe político al gobierno de Alberto Fernández.

Es sabido que hay un sector de Juntos por el Cambio que se opone a la legalización del aborto y que, de manera mezquina, le plantea a los propios que están a favor: “No seamos ingenuos, no le podemos dar de regalo de fin de año un triunfo de estas características al oficialismo, ofreciéndole un escenario en el cual se van a lucir sobre todo con su propio electorado”.

Y un dato no menor, son las dudas que surgieron sobre si José Alperovich puede volver para tratar la ley y votar en contra de la iniciativa. Después de ser acusado de abuso sexual por una sobrina a fines del año pasado, el senador tucumano solicitó dos veces una licencia extraordinaria que vence el 1° de enero. Por lo tanto, en medio de una paridad casi absoluta, persisten las dudas sobre si puede participar de la sesión.

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