Lanzada a jugar en la provincia, Elisa Carrió disparó la semana pasada contra dos de sus eventuales rivales a la Gobernación, el diputado Cristian Ritondo, y el ex jefe de Diputados, Emilio Monzó, y profundizó la grieta que divide a Juntos por el Cambio y que puede generar un guerra sin cuartel de cara a las listas legislativas de este año.
Siempre verborrágica, Lilita acusó a Ritondo y a Monzó de tener pactos con el actual titular de la Cámara de Diputados de la Nación, Sergio Massa, para ubicar inflitrados en las listas cambiemitas de 2021. “Puede haber una jugada, que yo estoy advirtiendo, que es que el sector de Massa y Máximo (Kirchner) estén jugando a poner gente en las dos listas. Hay que tener cuidado con los peronistas que se corren a Juntos por el Cambio pero se quedan del otro lado”, lanzó la líder de la Coalición Cívica que se había retirado de la política pero le duró poquísimo.
“En eso están trabajando Massa y Máximo. Ponen candidatos también en Juntos por el Cambio y resulta que después hay una mayoría abrumadora de ellos en el Concejo Deliberante. Esto es una trampa mortal porque toda la fuerza de Juntos por el Cambio termina en concejales, sobre todo en el Conurbano, que se van. Son interesados que integran las listas y al otro día están al lado del intendente”, completó y dijo que Ritondo debería dar explicaciones.
La acusación de Carrió se produjo justo después de que blanqueara su intención de competir en la provincia de Buenos Aires, el territorio donde la oposición busca hacer pie para tener chances en 2023 después de la contundente derrota de María Eugenia Vidal. La lista de los rivales a los que deberá enfrentar Lilita es larga y va desde el intendente de Vicente López, Jorge Macri, hasta el vicejefe porteño Diego Santilli, pero son Ritondo y Monzó los dos dirigentes más identificados con el peronismo.
Ritondo hizo silencio frente a las acusaciones de la ex diputada, pero varios legisladores y referentes bonaerenses le salieron a responder e incluso se cruzaron entre ellos mismos como anticipo de la interna que hoy atraviesa al partido que supo liderar el ex presidente Mauricio Macri.
El diputado bonaerense Alex Campbell -cercano a Vidal- dijo a través de su Twitter: “Carrió es una gran dirigente a quien respeto, pero no es momento de divisiones internas. Juntos por el Cambio es un espacio sólido y Ritondo, uno de sus grandes pilares. Unión y diálogo por nuestra provincia, por el país que queremos”.
Su compañera de bancada, la lilita Maricel Etchecoin Moro, le retrucó a Campbell que la unidad no puede darse a cualquier precio y defendió a su jefa política. “La unidad (que no está en juego) y la ampliación de @juntoscambioar son centrales. Pero, no a cualquier precio. Ante los escenarios venideros es importante sostener y defender una estrategia provincial y nacional que represente las ideas y valores del conjunto”, le escribió.
También el senador provincial Andrés De Leo, jefe de la CC en la provincia, salió a defender a Carrió. “Lo que está en juego es si JXC se convierte en un proyecto de cambio transformador que garantice libertad, crecimiento, justicia y República ó si quiere ser un apéndice de un sistema corrompido que ha postrado a la Argentina. @elisacarrio garantiza el rumbo prometido en 2015″, posteó el legislador.
El diputado Fernando Pérez, referenciado con el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, acusó a Carrió de ser funcional al kirchnerismo con sus acusaciones. “Hay distintas formas de militar para el kirchnerismo”, escribió el legislador que abandonó Juntos por el Cambio para pasar a formar parte de la bancada de “Cambio Federal” armada por Monzó en la Legislatura bonaerense.
Tras su ataque a Ritondo y Monzó, Carrió se sacó una foto con la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, delegada de Macri y representante del ala dura que se opone a ampliar Juntos por el Cambio sumando a peronistas. ¿Quiénes están a favor de esa postura? Vidal y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, quienes coinciden con Ritondo y Monzó. Esa es la discusión de fondo que dará el partido en los próximos meses y que puede terminar provocando un abismo en la oposición.
A Vidal ya le aparecieron seis candidatos que le disputan su rol en la Provincia