Con artillería pesada y golpes bajos, una vez terminado el discurso de Alberto Fernández en el Congreso en el que reiteró su planteo sobre la necesidad de implementar cambios en la administración de justicia, los fiscales salieron a atacarlo, y en un claro ejemplo de espíritu de cuerpo y defensa corporativa, no escatimaron palabras para criticar al presidente.
Fue el titular de la Asociación de Fiscales nacionales, Carlos Rívolo quien con extrema dureza respondió a Fernández, y de manera apocalíptica dijo: “La reforma del Ministerio Público es un pelotón de fusilamiento para los fiscales”.
En declaraciones a Radio Mitre sostuvo que “la iniciativa no es una reforma, ya fue muy criticada porque es invadida completamente por la política. La justicia necesita una reforma, pero no una reforma coyuntural”.
A lo largo de su alocución, el jefe de Estado volvió a pedir al Congreso la aprobación de la reforma judicial y del Ministerio Público y anunció la iniciativa para avanzar con la creación de un tribunal previo a la Corte Suprema que trate las cuestiones de arbitrariedad que llegan al máximo tribunal.
Durante su discurso de apertura del año legislativo, Alberto Fernández aseguró: “El Poder Judicial está en crisis, parece vivir en los márgenes del sistema republicano”.
Y agregó: “Sus miembros disfrutan de privilegios de los que no goza ningún miembro de la sociedad. Ningún magistrado ni funcionario judicial paga hoy el impuesto a las ganancias que sí tributan millones de trabajadores y funcionarios del sector público y privado. En el caso de los miembros de la Corte Suprema, acceder a la declaración jurada de sus bienes es virtualmente imposible”.
Al respecto, Rívolo señaló que “es extraño escuchar esto que atravesamos los márgenes del sistema republicano. Es cierto que el régimen del Poder Judicial como muchos otros regímenes son especiales. Pero decir que jueces, fiscales y defensores no pagan Ganancias es falso. Esto se modificó en 2017. Hay 141 entre jueces, defensores y fiscales que ya pagan ganancias a pleno”, explicó Rívolo y recordó que “hoy el Poder Judicial es el que más aporta al sistema solidario”.
En tal sentido, agregó: “La Justicia necesita una reforma, pero no una reforma coyuntural. Queremos procesos más rápidos y ¿vamos a crear un tribunal de garantías federales cuando esa competencia ya la tiene la Corte?”, se preguntó.
Asimismo, advirtió: “Si estas leyes prosperan, queda un Ministerio Público Fiscal completamente endeble. Investigar las causas vinculadas al poder de corrupción o lo que fuera, que ha sido difícil, se va a tornar imposible”, sentenció.
Por su parte, el procesado fiscal Carlos Stornelli, quien fue el destinatario de uno de los dardos que lanzó el presidente en su discurso ante la Asamblea Legislativa, subrayó que “perseverar en cumplir con el deber y guardar silencio, son la mejor respuesta a la calumnia”.
En un tramo de su discurso, Fernández habló de un fiscal procesado que seguía cumpliendo su rol en Comodoro Py.
“En la Argentina de hoy, hay un fiscal procesado por delitos tan severos como el espionaje ilegal de ciudadanos o el de extorsión que sigue en funciones como si nada de esto lo afectara. A él no se le aplica aquella doctrina que recomendaba la detención preventiva de personas cuando su “poder residual” pudiera afectar la investigación. Es cierto. Su poder no es residual. Está vigente”, expresó.
Stornelli está imputado por su vinculación con el falso abogado y espía ilegal Marcelo D’Alessio, que pedía coimas a empresarios para ayudarlos con sus problemas judiciales.
Pero Stornelli sigue sin reconocer la competencia del juzgado de Dolores para investigarlo y dice que se montó una operación en su contra para atacar la causa de los cuadernos.
En este sentido, el fiscal habló acerca de la causa en las que se encuentra procesado y sostuvo que “son una infamia”. “Se demostró que son mentiras. No obstante, hay personas empecinadas en insistir en utilizar esas cosas para desacreditar una o varias investigaciones, y no estoy hablando del Presidente”, afirmó en diálogo con TN, al tiempo que aseguró que “hay un intento de disciplinar a los fiscales y a los jueces”.