Quienes lo frecuentan al ex presidente Mauricio Macri es sus oficinas de Avenida Libertador no se atreven a decirle nada sobre su obsesión por el mundo de los espías. Ya casi no habla de Boca, prefiere contar historias de espías. Dice que está leyendo El umbral de la eternidad, la novela de Ken Follet, sobre los tiempos de la guerra fría y el rol de los espías. No se detiene demasiado en la novela y prefiere espoliar a quienes lo visitan con la serie israelí Teherán, de 8 capítulos en la primera temporada de AppleTV, donde relata la infiltración de agentes de la Mossad en Irán para destruir los sistemas de seguridad y que sus aviones pueden bombardear el país.
El ex presidente siempre estuvo obsesionado con el mundo de los espías y no dudo en espiar a su hermana cuando era jefe porteño. Ya como presidente, convirtió a la AFI, tanto la oficial como la paraestatal a su servicio y no dudo en perseguir a la ex presidenta, a dirigentes de la oposición y también a su propia gente, cómo salió a la luz en la causa que se investiga en Lomas de Zamora. Allí Horacio Rodríguez Larreta, Maria Eugenia Vidal, Cristian Ritondo y Diego Santilli fueron informados por el juez que habían sido espiados por agentes de la AFI que comandaba Gustavo Arribas.
Más allá de su obsesión con el mundo de los espías, Macri avisó a quien quiera escucharlo habrá que interna presidencial para el 2023 y también para las legislativas de este año. Por ahora contó que la quiere a Patricia Bullrich encabezando la lista de legisladores nacionales por CABA, pero no descarta que pueda ser el mismo.
En pocos días saldrá a la calle Primer Tiempo, el libro escrito por Hernán Iglesias Illa y Pablo Avelluto, pero que llevará su firma. Allí contará su experiencia en el gobierno, también sus fracasos, no por culpa de él, sino de la oposición (siempre la culpa es del otro) y será el primer paso para el Segundo tiempo, el libro que lo catapultara para las elecciones de 2023.
Macri, preocupado que el Grupo Clarín juegue con Larreta, en parte por la gigantesca pauta de publicidad de la ciudad, decidió jugar fuerte e invirtió 14 millones de dólares en el canal de La Nación+M. Lo contó Jorge Fontevecchia de Perfil, Daniel Vila de AméricaTV, quien agregó que entre los inversores están, entre otros, Paolo Rocca, Nicolás Caputo y Marcos Galperin. El ex presidente eligió quienes estarán al frente de la pantalla en el horario prime time: Eduardo Feinmann, Jonatán Viale, Alfredo Leuco, Luis Majul, Pablo Rossi, Silvia Mercado, más Carlos Pagni y Laura Di Marco que ya estaban en la señal.
Un aterrado Joaquín Morales Solá, luego de atacar ferozmente a la ex presidenta, ayer intentó afirmar que “Macri no es accionista” y que nadie consultó con las autoridades del diario. Como dijo el empresario Daniel Vila “cuando sumás 1+1+1+1+1, la cuenta da”.
Pablo Sirvén, el editor de La Nación+M, el que decía “Gobernadora, soy la historia, necesito que sea presidenta”, ahora escribe elogios sobre Mauricio Macri. En su artículo de ayer, Sirvén escribió por pedido el ex presidente, un mensaje durísimo hacia Rodríguez Larreta: “el próximo candidato presidencial no saldrá por consenso, sino por internas”.
Martín Insaurralde, el nombre que más se menciona para encabezar la lista del Frente de Todos en Provincia