Están llegando momentos claves en los que se empieza a jugar la posible quiebra del Correo Argentino, del Grupo Macri. Y la gran novedad es que no sólo la propia empresa fue la única que se presentó para su salvataje, sino que planteó, como alternativa, pagar cinco veces menos de lo que debe al día de hoy, y hasta amenazó al Estado con pedir declararlo “acreedor hostil” si no acepta la oferta.
De esta manera, la familia del ex presidente vuelve a otra controvertida propuesta, después de lo que fue el escándalo de 2016 cuando le ofreció al gobierno de Cambiemos una oferta de pago de su deuda arrastrada desde 2001 con una condonación del 98,82 %. Y como no podría ser de otra manera, el entonces mandatario Mauricio Macri la aceptó y la convirtió básicamente en una autocondonación, pero fue frenada por la Justicia.
En la causa comercial del paquete de problemas judiciales que Macri, sus hijos y sus hermanos tienen alrededor del Correo, ahora el clan familiar que fundó Franco Macri ofrece pagar $1.011 millones en una sola cuota, hecho llamativo teniendo en cuenta que, después del intento de autocondonación, la Argentina asistió a distintas maniobras dilatorias en las que los representantes de la firma siempre argumentaron no tener recursos para hacer frente al pasivo.
Lo que sostienen los Macri es que pueden pagar los $ 296 millones que debían al 2001 y agregarle los intereses al día de hoy calculados a su antojadiza conveniencia, suma que arroja el total de $1.011 millones. No obstante, la realidad es que el pasivo que estiman desde la Fiscalía general que encabeza Gabriela Boquín supera por lejos los $ 5.000 millones, lo cual significa que la familia del ex mandatario quiere pagar 5 veces menos de lo que debe.
Lo cierto también es que el Gobierno ya rechazó esta propuesta anteriormente, por lo que no hay razón para que ahora pudiera aceptarla. Como el Grupo Macri lo sabe, lo que agregan en esta oportunidad y con la presión de estar al borde de una quiebra que se trasladaría a las firmas controlantes de Correo SA -SOCMA- y sus dueños -hasta los hijos de Mauricio-, es la idea de que el Estado está obligado a aceptar bajo la amenaza de que si así no sucede se lo deje afuera de la decisión por “acreedor hostil”.
Textualmente, los Macri argumentan que si el Gobierno no acepta esta propuesta perjudicial para el Estado “perseguiría un innegable revanchismo político contra un ex Presidente de la Nación y uno de los actuales líderes de la oposición al gobierno vigente”.
Los acreedores, entre los que está el Estado nacional, la AFIP y el Banco Nación, contarán con 5 días hábiles más antes de que Correo Argentino vaya a la quiebra y sea SOCMA, de la familia Macri, la que deba afrontar sus deudas. A los otros que esperan plata de la compañía, se les ofreció pagar a diez años en 10 cuotas.
El concurso de acreedores de Correo está en la etapa de salvataje. Se presentaron 6 firmas: Organización Courier Argentina SA (OCASA); Transporte Chimiray SRL, MV Cargo SAS, Valuaciones SA, que se dedica a la actividad inmobiliaria; y Jorge Alberto Anselmi, que se presentó como individuo; y la sexta fueron los propios Macri.
En el expediente concursal, Correo intenta desde 2017 desplazar a la fiscal Boquin, quien denunció que la empresa y el gobierno del ex presidente Mauricio Macri, a través de sus representantes en el entonces Ministerio de Comunicaciones, habían hecho un acuerdo ruinoso y abusivo para el Estado, por el cual se licuaba la deuda del Correo en un 98,7%.