Ya es un hecho la alianza entre Mauricio Macri y su primo Jorge para frenar la llegada del larretismo a la provincia de Buenos Aires. El ex presidente está decidido a jugar fuerte en las próximas elecciones pero no se conforma con la capital federal sino que decidió cruzar la General Paz. Por estos días acordó en fortificar el PRO como partido bonaerense, desentenderse un poco de los radicales y la Coalición Cívica, los socios de Juntos por el Cambio y medir fuerzas directamente con el sector que conduce Horacio Rodríguez Larreta.
Hasta mediados del año pasado el jefe porteño estaba convencido que era el candidato presidencial 2023 y que en estas elecciones legislativas el ordenaría los nombres en las listas. Pero no. Macri presiona para que en CABA la lista la encabece Patricia Bullrich y que en el territorio bonaerense sean ordenadas por Jorge Macri y los demás integrantes del llamado Grupo Dorrego.
El intendente de Vicente López quiere ser el próximo candidato a gobernador, de allí que se opone al desembarco de Diego Santilli, el hombre de Larreta en la provincia. En esa jugada recibe el apoyo del ex presidente.
Jorge Macri ha dicho públicamente que María Eugenia Vidal debería ser la candidata. La ex gobernadora considera que ese “abrazo del oso” sería mortal para ella. “Mariu, no puede perder dos elecciones seguidas porque se le acaba la carreta política y sus aspiraciones para el 2023”, dice un hombre de su círculo íntimo.
Por ahora, la idea de Vidal es presentar hacia fines de abril su libro, el que tuvo que postergar porque Macri decidió publicarlo antes, y recorrer el país, siguiendo el camino de la ex presidenta con Sinceramente. La ex gobernadora preferiría no jugar este año y como mucho aceptar ir por CABA si se lo pide su referente político. Es el nombre que se reserva Larreta si Bullrich no acepta ir debajo de Fernán Quirós y plantea ira a las PASO. En ese caso extremo juega Vidal.
Volviendo al territorio bonaerense, Jorge Macri se opone a la llegada de Santilli, quien aunque pierda en estas elecciones, el recorrer toda la provincia como primer candidato lo pone en carrera para el sillón de la Gobernación. El vicejefe porteño sabe de las quejas de los halcones pero sigue recorriendo la provincia, dona patrulleros de la ciudad a municipios de la provincia y se reúne con intendentes de Juntos pro el Cambio.
Un dato interesante es que tanto Macri como Santilli saben que existen muchas posibilidades que Juntos por el Cambio pierda las elecciones legislativas ante la unidad del Frente de Todos. Lo que se analiza es por cuánto. Saben que una nueva derrota por 15 puntos sería catastrófico para las aspiraciones 2023, de allí que la aspiración es perder por cinco puntos.
Por ahora esta pelea es bien PRO, pero los demás jugadores de Juntos por el Cambio también observan a los contrincantes. El radicalismo esta más cercano a una posición más moderada, centrista que a los halcones de Macri y Bullrich. Desde este sector reconocen que el apellido Macri es piantavotos en la poderosa tercera sección, aunque no se lo dicen en público.
El llamado Peronismo Republicano de Miguel Angel Pichetto tiene poca incidencia pero jugará más con los halcones o quien le ofrezca más cargos en las listas. El sector de Lilita Carrió hoy parecería más inclinado por la figura de Larreta pero no se descarta que vuelva a acordar con Macri. Carrió al igual que Pichetto se inclinará por quién le ofrecerá más lugares en las listas. Por último queda el sector de Emilio Monzó que afirmó que si los halcones ganan en Juntos pro el Cambio partirá hacia otro puerto. Quizás una alianza con su amigo Florencio Randazzo, reaparecido por estas horas en un café con Roberto Lavagna.
La guerra está planteada. Solo Macri y Larreta pueden firmar la paz y guardar las armas, pero hoy parece muy difícil.
1 comentario
caca + caca da como resultado una cagada.