Hacia muchos años que no venía a mi mente aquella definición del historiador y político Jorge Abelardo Ramos sobre el rol de cipayo en un país semicolonial. Juan Domingo Perón también hablaba en sus cartas desde el exilo sobre los cipayos en la argentina. La palabra es un vocablo persa que quería decir “hombre de a caballo” y que, por extensión en la India se aplicaba a los soldados nativos que, en lugar de defender su patria, servían a los ingleses dominantes.
En la América Latina, donde no había colonias, sino semicolonias, la palabra cipayo se uso claramente para referirse a aquellos sectores, especialmente del mundo intelectual, tanto de izquierda como de derecha, que se arrodillaban al imperialismo y a los intereses foráneos. Un vocablo muy común en los años sesenta y setenta.
Anoche, la ex ministra de Seguridad y presidenta del PRO, Patricia Bullrich, consideró que el Gobierno nacional “podría haberle dado” las Islas Malvinas al laboratorio estadounidense Pfizer para acordar la provisión de vacunas contra el coronavirus, al señalar que las demandas de esa empresa farmacéutica son “razonables”.
Bullrich estaba invitada en el canal de La Nación+M donde su conductor, Jonatán Viale, para no quedarse atrás en el manual de cipayismo expresó: “El conurbano es una bomba de tiempo, una región sumamente frágil ¿Cómo hacemos para tapar estos números propios de un país africano? Frase que ya había expresado un tiempo atrás su colega Pablo Sirven, el del Toc Toc, soy la historia….
Al instante de la frase de Bullrich, las redes sociales salieron a criticarla e incluso el canciller Felipe Solá afirmó: “La frase brutal de Bullrich sobre Malvinas es coherente con lo que hizo su gobierno. Política de entrega y sumisión, desprecio por nuestras causas nacionales. Olvido imperdonable del sacrificio de los 649 héroes argentinos que quedaron allá. ¿Bullrich no tiene Patria?
Bullrich, su jefe Mauricio Macri, los periodistas de los medios hegemónicos son parte del cipayismo argentino, tan necesario para dominarnos ante el imperio. Cómo decía John William Cooke, en un “país colonial las oligarquías son las dueñas de los diccionarios”.
Que mejor que terminar con el Colorado Ramos cuando expresó que “Somos un país porque no pudimos ser una Nación y somos argentinos porque fracasamos en ser latinoamericanos”. Hace una década atrás grandes patriotas como Néstor Kirchner, Lula da Silva, Hugo Chávez, Rafael Correa, Pepe Mujica, Cristina Kirchner y Evo Morales intentaron la unidad de América Latina. No pudieron. Habrá que volverlo a intentar para sacarnos de encima a tanto cipayo de nuestra patria.