El viaje estuvo en duda en los últimos días a raíz de la complicada situación sanitaria por el coronavirus, pero Alberto Fernández consideró que su gira por Europa será de vital importancia para el futuro de su gobierno.
Por eso, acaba de confirmarse no sólo que mañana será el punto de partida del viaje, sino que a la idea original de Italia y Francia, ahora se suman España y Portugal.
La gira del presidente tiene un objetivo estrictamente económico: surgió y fue tomando forma a partir del tour que semanas atrás realizó su ministro Martín Guzmán por Berlín, Roma, París y Madrid para explicitar la situación macroeconómica del país y dar razones del letargo en la renegociación del préstamo stand by otorgado por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Como al Ministro le fue muy bien en su gira, ahora irá el presidente a reunirse con los distintos mandatarios. Es todo parte de este proceso de negociación que viene siendo positivo”, aseguraron desde la cartera de Economía.
A Fernández y su equipo no se les escapa que el 31 de mayo vence el plazo que la Argentina tiene para pagar cerca de 2.400 millones de dólares al Club de París. El Palacio de Hacienda deberá abonar esa suma con las reservas del Banco Central, y evitar que el default con el consorcio de acreedores, en caso de no prosperar la solicitud que hizo Guzmán para atrasar ese vencimiento. Tal concesión, sin embargo, podría darse de haber gestos de avance en el diálogo con el FMI.
El Gobierno quiere reasegurar el apoyo europeo en el Fondo, que será decisivo junto con el beneplácito del gobierno de los Estados Unidos para lograr un repago del pasivo de 44.000 millones de dólares licuado en los próximos años.
La novedad del viaje de Alberto es que se reunirá con el papa Francisco en Roma. En la agenda también está previsto un almuerzo con el presidente de Italia, Sergio Mattarella, y una audiencia con el primer ministro de ese país, Mario Draghi.
La última conversación pública entre el Presidente y el Sumo Pontífice fue en agosto de 2020 a través de videollamada antes de que el Gobierno anunciara la reestructuración de la deuda por más de 60 mil millones de dólares. Esto no fue casualidad: el rol de Francisco ayudando a la Argentina con los acreedores fue fundamental, y ahora Fernández buscará un nuevo apoyo del jefe del Vaticano.
En tanto, el mandatario ya acordó un almuerzo con Emmanuel Macron, primer ministro de Francia. Con el mandatario francés hubo una comunicación reciente. El 5 de febrero Macron le reiteró su apoyo al gobierno argentino en la negociación con el FMI: “Nosotros vamos a seguir apoyándolos en la negociación con el Fondo, cuenten con nosotros, como ocurrió el año pasado, estamos a disposición”, le dijo. Ahora Alberto buscará ratificar este respaldo.