Alberto Fernández remarcó hoy la necesidad de que “tanto pesar” por el coronavirus “se vuelva fuerza e impulso para construir el futuro de nuestro país con diversidad y sin divisiones irreconciliables”.
El presidente lo dijo al encabezar un emotivo homenaje a los más de 90 mil fallecidos por la pandemia, junto a 20 gobernadores y al jefe de Gobierno porteño, durante un acto desarrollado en el Centro Cultural Kirchner (CCK) y transmitido por cadena nacional.
Tras su pedido de cuidar a la Argentina para que “entre todos y todas, juntos y juntas, derrotemos a la pandemia”, Fernández abogó por la idea de estar “unidos para mancomunar, recuperar, reconstruir, y así podremos mirar el futuro con memoria y confianza”, y que con esta pandemia “estamos presenciando un cataclismo que azota a la humanidad, con millones de personas fallecidas en el mundo entero”.
Recordó que “cada una de las personas que fueron víctimas de la pandemia tenían un nombre, una vida, cada una tenía hija, hijo, hermanos, madres, padres, familiares y amigos”, y subrayó que “a quienes se han ido en estos momentos dolorosos no los olvidaremos nunca”.
“Todos tenemos afectos que han perdido su vida en este tiempo, ausencias que han dejado vacío en sus familias, vacíos en nuestra sociedad, que provocan desconsuelo”, expresó el mandatario.
Fernández puntualizó que el virus “es invisible al ojo humano y todavía en parte desconocido, agresivo, que destruye y genera mucho dolor”, teniendo en cuenta que la pandemia “edifica un muro inmenso que impide abrazar a otros, e impide vivir buena parte de la vida”.
“Nuestras pérdidas han dejado abiertas heridas que tendremos que curar, de manera personal y familiar, y que tenemos que sanar como sociedad”, indicó, mientras subrayó que “nos ha hecho ver la vida de un modo distinto, nos damos cuenta el valor de la solidaridad y los peligros del egoísmo en una catástrofe como la pandemia”.
El presidente agradeció “en nombre de toda la sociedad argentina” a los trabajadores de la salud “que hacen un esfuerzo inmenso en la pandemia y trabajan sin pausa para salvar vidas”; a los trabajadores esenciales, “que con población en casa cumplieron sus tareas para que la comunidad pudiera seguir funcionando”; a los científicos “por entregar sus conocimientos”.
La gratitud se extendió “a toda la sociedad que mantiene los cuidados necesarios” y a “los que trabajan en traer, trasladar y aplicar vacunas”.
Fernández se preguntó si “se puede soñar con un mundo mejor que conviva en el planeta”, si es factible “una sociedad intensamente solidaria”, si se puede “imaginar un futuro común”, si la “humanidad tendrá más anticuerpos contra la indiferencia” y si “se hará viral esa voluntad”; y destacó que “cada uno de nosotros, con este homenaje, pueda multiplicarse después de esta ceremonia”.
“Los que se fueron están en la memoria y en nuestro corazón, siempre”, señaló, y añadió que “sanar es mantener vivo en recuero de cada uno”.
Estuvieron presentes en el acto la primera dama, Fabiola Yáñez; el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta; y los gobernadores Raúl Jalil (Catamarca), Jorge Capitanich (Chaco), Gustavo Valdés (Corrientes), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Sergio Ziliotto (La Pampa) y Rodolfo Suárez (Mendoza), Axel Kicillof (Buenos Aires), Mariano Arcioni (Chubut), Gildo Insfrán (Formosa), Gerardo Morales (Jujuy).
También se hicieron presentes los mandatarios provinciales Ricardo Quintela (La Rioja), Oscar Herrera Ahuad (Misiones), Omar Gutiérrez (Neuquén), Sergio Uñac (San Juan), Alberto Rodríguez Saá (San Luis), Omar Perotti (Santa Fe), Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Gustavo Melella (Tierra del Fuego) y Juan Manzur (Tucumán); y los vicegobernadores Manuel Calvo (Córdoba) y Eugenio Quiroga (Santa Cruz).
También lo hicieron representantes de distintos credos, de pueblos originarios, de la comunidad afroargentina y trabajadores esenciales.
Al finalizar el acto cada uno de los presentes depositó una rosa blanca al pie de cada vela, en recuerdo de los fallecidos.