De manera enloquecida, y a través de mensajes apocalípticos que no tienen otro objetivo más que generar angustia y furia contra el Gobierno, en las últimas horas los medios hegemónicos se lanzaron a la carrera para transmitir la idea de que la Argentina se ha convertido prácticamente en una cárcel, por haber dispuesto que sólo podrán ingresar desde el exterior a la Argentina por vía aérea 600 pasajeros por día.
Y así, con el coro acompañante de algunas de las figuritas del macrismo, en el marco de estas más que necesarias restricciones, se rasgan las vestiduras en defensa de las 45 mil personas que se encuentran en el exterior.
Lejos de ser una reacción caprichosa -que en principio se extenderá hasta el 9 de julio-, en realidad la medida se adopta a raíz de la alarma generada por la diseminación por el mundo de la cepa Delta del coronavirus.
Por esa razón, el Gobierno indicó que las fronteras continúan cerradas al turismo, por lo que todo aquel que no sea argentino y quiera ingresar al país con el propósito de hacer turismo no podrá hacerlo. También se aclaró que continúan suspendidos los vuelos provenientes de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, Chile, Brasil, India, países africanos, y Turquía.
Según la ministra de Salud, Carla Vizzotti, cuatro de cada diez personas no cumplen con el aislamiento al ingresar al país, y por eso se decidió “disminuir ese cupo a 600 personas y darle la potestad a las jurisdicciones para que el aislamiento pueda ser en hoteles, para tener más seguridad en el cumplimiento”.
Es que la aparición de nuevas variantes del coronavirus, especialmente de la Delta (india), que desvela a los científicos por su alto nivel de contagiosidad -es 60 % más transmisible que la variante Alfa (británica)-, complejizó los planes: tal como ocurre en Argentina, más de un centenar de países continúan con restricciones en sus fronteras.
Sin embargo, por ignorancia o por mala fe, en esos mismos medios que tanto se conmueven por la situación de los compatriotas varados en el exterior, nada se dice que al día de hoy son 113 los países que tienen sus fronteras abiertas con determinadas limitaciones. Exigen, por ejemplo, que los viajeros cuenten con pauta completa de vacunación, y/o con resultado negativo de una prueba PCR o de antígenos de covid-19, y que se sometan a una cuarentena a su llegada, en algunos casos.
En tanto, hay 101 países con sus fronteras cerradas a quienes no sean sus ciudadanos, residentes que regresan a sus domicilios o personas en otras circunstancias especiales. En tanto, solo 5 países del mundo tienen abiertas sus fronteras, sin ningún tipo de restricción.
Por eso mismo, en Argentina, para evitar la expansión de las nuevas variantes como la Delta o la Beta, que no tienen circulación comunitaria por el momento, las autoridades redujeron el límite a la cantidad de pasajeros que pueden ingresar al país en vuelos internacionales. Antes era de 2000 personas diarias, y desde ayer bajó a 600 viajeros por día.
En tanto, la titular de Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), Paola Tamburelli, pidió entender que el país está “en un momento anómalo por la pandemia” y por los cambios repentinos de la situación sanitaria y epidemiológica.
Y recordó: “Las personas que salieron del país firmaron una declaración jurada que establece que por la situación irregular se van a hacer cargo de todos los gastos que tengan que ver con los cambios en la situación sanitaria”.
Algunos ejemplos sobre lo que sucede con aquellos países que tanto admiran algunos argentinos (cuando les conviene):
- Chile: mantendrá cerradas las fronteras hasta fin de este mes. Solo pueden ingresar los residentes o viajeros esenciales.
- Uruguay: las fronteras del país continúan cerradas a los no residentes, salvo excepciones por motivos diplomáticos, personales o económico-laborales, con autorización expresa del Ejecutivo. Por otro lado, deben tener un seguro de salud y viaje en vigor durante la estancia, así como rellenar una declaración de salud antes de llegar.
- Estados Unidos: los pasajeros que lleguen por vía aérea deberán tener un test negativo de covid-19, independientemente de estar vacunados. Lo mismo ocurre con el comprobante de una prueba viral reciente con resultado positivo y una carta del proveedor de atención médica o de un funcionario de salud pública en la que se indique que se está autorizado a viajar.
- Israel: el Gobierno decidió posponer la entrada de turistas vacunados al país hasta el 1 de agosto debido a la detección de la variante Delta e impondrá restricciones a quienes viajen a países considerados “puntos calientes”.
- Japón: se recomienda no realizar viajes innecesarios o no urgentes. Se prohíbe la entrada a los no japoneses, salvo los residentes o personas que sean considerados como casos humanitarios excepcionales.
Por su parte, la titular de la Dirección Nacional de Migraciones, Florencia Carignano, respondió a las críticas de pasajeros varados en el exterior y sostuvo que todos firmaron una declaración jurada donde “se hacen cargo de las consecuencias económicas y aceptan las condiciones que el Estado nacional” pone a su regreso.
La funcionaria nacional defendió así la medida de limitar el regreso del exterior a 600 personas por día, y remarcó que la decisión es una “necesidad sanitaria”.
“El ingreso de la variante Delta podría arruinar todo un proceso de vacunación”, advirtió Carignano, quien planteó que “es preferible” que quienes estén de vacaciones “se retrasen unos días” en su vuelta al país para que puedan mantenerse las “aperturas” logradas en las últimas semanas.
“Los que fueron de vacaciones van a tener que volver lamentablemente un poquito más tarde, pero es preferible a que tengamos que suspender las clases por un brote”, remarcó Carignano en declaraciones televisivas.
A su vez, la funcionaria señaló que el ingreso de la variante Delta podría afectar el proceso de vacunación: “En este momento clave de vacunación, en el que estamos abriendo actividades y privilegiando que los chicos vayan al colegio, el restaurante abra y las fábricas trabajen, hay que ajustar en alguna variable y la que toca es la aéreo-comercial, porque es donde puede entrar la variante Delta”, dijo Carignano.
“Lo que nos lleva a tomar estas decisiones es que epidemiología nos dice que India es el primer lugar donde circula la variante, el segundo Gran Bretaña y el tercero Estados Unidos y nosotros con Europa y Estados Unidos tenemos la mayor cantidad de vuelos”, insistió.
Y añadió: “Lo que hemos hecho en una pandemia no es decidir entre lo bueno y lo malo. Porque la verdad es que no es lindo tomar este tipo de decisiones. Estamos eligiendo decidir entre lo feo y lo muy feo”.