El ministro de Transporte, Alexis Guerrera, confirmó que el presidente Alberto Fernández en las próximas horas firmará un decreto que dispone el traspaso, por 12 meses, del control de la denominada Hidrovía al Estado Nacional.
De esta manera, la norma cede por un año a la Administración General de Puertos (AGP) el control y administración de la denominada Hidrovía Paraná-Paraguay, la vía navegable de 3.500 kilómetros por la que pasa el 80 % del comercio exterior argentino, hoy en manos de la empresa belga Jan de Nul junto a su socio local Emepa.
“Por 12 meses tendrá un control estatal y comienza a funcionar el cobro del canon por parte del Estado para pagarle a las concesionarias las tareas realizadas”, dijo hoy Guerrera a El Destape Radio.
El funcionario indicó que “se va a licitar el dragado y el balizamiento, y cuando termine este proceso de licitación corta vamos a contar con un Ente nacional de control que será el encargado de la licitación grande”.
Agregó que “habrá una secretaría o ministerio que se dedique exclusivamente a tener presencia en esa red troncal para el desarrollo de la Argentina. En 30 años nunca se materializó el ente de control sobre la Hidrovía que estaba en los pliegos originales”.
En el DNU que saldrá publicado en el Boletín Oficial en las próximas horas, se modifica la estructura de la AGP y le otorga por el plazo de 12 meses la concesión de la operación para realizar el dragado y el balizamiento. Luego, el propio organismo que depende del Ministerio de Transporte licitará las obras entre las dragadoras privadas.
El otro artículo que tendrá la norma tiene que ver con el cobro del peaje a las navieras el peaje por el uso de la Hidrovía. Hasta ahora el concesionario privado era el que cobraba la tarifa y con el nuevo DNU “se le otorga a Transporte la facultad para establecer la base tarifaria y el mecanismo de financiamiento por el sistema tarifa o peaje”.
Actualmente, cerca del 20 % de las ventas argentinas de granos y productos derivados oleaginosos al mundo no se declara en el país, y la Hidrovía es el principal canal de esa evasión. El contrabando por agua se hace a través del traspaso de carga desde buques argentinos o puertos no habilitados hacia barcazas cargueras de remolcadores paraguayos.
Así, la privatización de los puertos en manos extranjeras facilitan este tipo de pasamano ilegal, que, en conjunto, representa un monto subfacturado equivalente al ingreso oficial del complejo aceitero y cerealero (unos 21.000 millones de dólares anuales; equivalente a 4,4 puntos del PIB).