Parte del material bélico que el gobierno de Mauricio Macri envió a Bolivia para colaborar con el golpe de Estado contra Evo Morales en noviembre de 2019, fue localizado en los depósitos de la Policía del vecino país.
Así lo confirmó en una conferencia de prensa el comandante de esa fuerza, Jhonny Aguilera, quien también explicó que no existen registros documentales que justifiquen la entrega de las municiones.
El anuncio generó un gran impacto en el gobierno de Alberto Fernández, teniendo en cuenta que el descubrimiento confirma que existió el contrabando agravado de material bélico, a pesar de los intentos de desmentida por parte de miembros de la administración de Juntos por el Cambio.
“En carácter material están esos pertrechos, pero no existe ningún solo documento. En el curso de hoy vamos a reconstruir qué funcionarios acudieron al aeropuerto cuando arribó el avión de Argentina, donde funcionarios vestidos de uniforme militar entregaron este material sin ningún tipo de documentación a la Policía Boliviana”, dijo Aguilera ante la prensa local.
En concreto, el comandante de la Policía de Bolivia dijo que se encontraron balas anti-tumulto 12/70, granadas y spray de gas pimienta. Todos esos elementos fueron autorizados entre el 11 y el 12 de noviembre de 2019 por la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMaC) de Argentina a pedido de la Gendarmería, que llegó en la madrugada del 13 de noviembre a Bolivia, cuando ya estaba en el gobierno la golpista Jeanine Añez.
El contingente de la Gendarmería fue enviado, en los papeles, para supuestamente proteger la embajada argentina y a sus funcionarios.
Uno de los elementos que sorprende es que inicialmente la Gendarmería pidió llevar 3.600 balas anti-tumultos, pero, al día siguiente, amplió el pedido a 70.000. En la embajada argentina en La Paz se encontró una carta del entonces comandante de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB), Jorge Terceros Lara, en la que agradecía por el envío de 40.000 balas anti-tumulto 12/70.
De esta manera, con las declaraciones del comandante de la Policía, se confirmaría que las municiones restantes se repartieron entre otras fuerzas.
En tanto, el Gobierno tiene en su poder dos autorizaciones que cursó la Policía boliviana en noviembre de 2019 para que la Gendarmería llevara las armas y las municiones. La primera, del 12 de ese mes, habilita el ingreso de 3.600 balas anti-tumulto, lo que se condice con la primera autorización que la Gendarmería formuló ante la ANMaC. La segunda, que emitió la Policía boliviana, es del 28 de noviembre y ya no figura en ella mención de los cartuchos anti-tumulto.
A raíz de tan irregular situación, el Gobierno nacional, a través de los ministros Martín Soria (Justicia) y Sabina Frederic (Seguridad) y la titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) Mercedes Marcó del Pont, denunció a Macri, a Patricia Bullrich, al ex ministro de Defensa Oscar Aguad, al ex canciller Jorge Faurie, al ex embajador argentino en Bolivia, Normando Álvarez García, y al ex comandante de la Gendarmería Gerardo Otero, entre otros, por contrabando agravado.