Como ave de carroña, demostrando con toda crudeza su alto nivel de hipocresía y en la burda búsqueda de sacar provecho político por las 100 mil muertes registradas en el país por la pandemia de coronavirus, Mauricio Macri lanzó: “Me genera mucha tristeza ver tantas vidas perdidas innecesariamente, porque podrían haber sido muchas menos”.
Y en esa dirección, el ex presidente salió también a chicanear a Alberto Fernández al sostener que “al final tenemos 10 % más de pobres y 100 mil muertos”.
“Estoy varado en Suiza, en las oficinas de FIFA; aunque ante tanta gente que con los últimos ahorros fue a vacunarse y no puede volver lo mío no es tan dramático… pero hablando de cosas dramáticas, frente a estas 100 mil familias que lamentan la pérdida de un ser querido, la primera sensación es de dolor”, dijo durante una entrevista con Radio Mitre.
Agregó, sin ponerse colorado que “somos uno de los países que peor manejamos la pandemia”, y que “todavía no se han podido evaluar los daños de esa cuarentena eterna”, reiterando el discurso de Juntos por el Cabio en contra de las medidas sanitarias.
Según Macri, “muchos expertos dicen que no va a tener remedio en la escolaridad, en el futuro de esos chicos”, en referencia a las clases semipresenciales, y enfatizó que “con más humildad y menos ideología las cosas podrían haber sido mucho mejor manejadas”.
Y profundizó: “Por ideología se negaron a comprar vacunas de los Estados Unidos que estaban disponibles y no hay dudas de que con vacunas más rápido se podrían haber evitado miles de muertes”. En este punto, hizo una comparación con el plan de inoculación que lleva adelante Chile y cuestionó la “ineptitud disfrazada de ideología” del gobierno argentino: “A esa velocidad tendríamos un 40 % menos de víctimas”.
El ex mandatario destacó que “el otro lado de la Cordillera, el presidente Piñera compró las vacunas disponibles y tiene casi el 80 % de la población vacunada”. Lo que omitió decir es que la vacuna Sinovac, de origen chino, representa 17 de las 23 millones de dosis aplicadas (primeras y segundas) en el país trasandino, y apenas 5,3 millones son de Pfizer.
Mientras, consideró que “la cuarentena fue una excusa maravillosa para atropellarnos diariamente y someternos cuando ellos circulan libremente, entran y salen del país, no están ni un día aislados”.
Por otra parte, Macri aseguró estar “tranquilo”. “En mi gobierno puede haber muchas críticas, las acepto, pero también estoy tranquilo de que nuestro gobierno fue muy correcto, no hicimos ningún tipo de ilegalidad”.
Y en el colmo de la caradurez, agregó: “Creo en las instituciones más allá de que haya jueces que se dejen atropellar por ellos, hay debilidades humanas, pero trataremos de seguir peleando. La Argentina es un lugar donde la institucionalidad sigue funcionando, sigue habiendo límites a este tipo de atropellos que se quieren generar cambiando al procurador, cambiando a la Corte, cambiando el funcionamiento de la justicia bajo un supuesto lawfare que denuncian y finalmente es lo que ellos hacen”.