Es interesante recordar que en 1956, cuando arreciaba el odio de la revolución Libertadora que había prohibido el nombre de Perón, de Eva, de mencionar cualquier símbolo, con miles y miles de detenidos y fusilados y con el robo del cadáver de Evita, Juan Domingo Perón desde el exilio respondió políticamente a los asesinos del golpe de Estado. Desde Panamá, Perón se encerró varias semanas con su máquina de escribir y publicó uno de los libros más importantes: La fuerza es el derecho de las bestias. Una respuesta política y contundente y, más allá que se prohibió su venta en la Argentina, la resistencia lo hizo circular entre los militantes hasta que finalmente en el gobierno de Arturo Frondizi se puedo editar.
El Frente de Todos y especialmente el presidente debe mantener la agenda política. Hasta que comience la veda habrá dos actos en el Gran Buenos Aires, donde el presidente y la vicepresidenta participaran. El primero será en Avellaneda donde se entregaría las llaves de la propiedad número 20 mil en la gestión del Frente de Todos. En ese acto además se lanzará el Plan Habitat Integral Isla Maciel que incluye viviendas para el barrio. El segundo encuentro será en González Catán, corazón de La Matanza, donde se dará la apertura del moderno edificio del Centro Universitario de la Innovación que permitirá a miles de jóvenes estudiar las carreras de tecnología de punta tan necesarias en estos tiempos.
La Cámpora entendió que la discusión es política y no moral. En un tuit publicó una fotografía de la cena en Olivos que mantuvieron Mauricio Macri y Christine Lagarde. “Con la mitad de la indignación mediática de estos días aplicada a otras fotos nos hubiéramos ahorrado el endeudamiento de las próximas décadas”, sentenció la agrupación sobre el encuentro del 20 de julio de 2018.
El presidente cometió un error, nadie lo duda. Ahora hay que avanzar con el Plan de Vacunación y llegar a fines de agosto con la mayor parte de la población con las dos dosis. El gobierno debe hablar de la deuda externa y cómo lo va a solucionar y cómo mejorar la vida de la gente, con más trabajo y mejores salarios.
El presidente y los integrantes del Frente de Todos deberán recordar una vez más a don Arturo Jauretche: “Los gobiernos populares son débiles ante el escándalo. No tienen, ni cuentan con la recíproca solidaridad encubridora de las oligarquías y son sus propios partidarios quienes señalan sus defectos que después magnifica la prensa. El pequeño delito doméstico se agiganta para ocultar el delito nacional que las oligarquías preparan en la sombra, y el vende patria se horroriza ante las “sisas de la cocinera”.
Dejemos que hable la oposición y los medios canallas. El gobierno debe continuar trabajando día a día para tener una sociedad más justa y soberana.