En un verdadero compendio de frases hechas y promesas vacías de contenido o de imposible cumplimiento, María Eugenia Vidal hace denodados esfuerzos por mostrarse ahora como “orgullosamente porteña”, y mientras intenta poner cara de estadista, no hace más que destilar odio y desprecio hacia el Gobierno, y en particular contra el kirchnerismo, con el fin de sumar voluntades de los llamados macristas duros, con vistas a las PASO del 12 de septiembre.
Justamente, a través de un discurso carente de ideas y sí repleto de consignas dirigidas a un electorado cada vez más volcado hacia la derecha, la precandidata a diputada nacional por la Ciudad de Buenos Aires protagonizó una especie de puesta en escena para apuntalar el tramo final de la campaña, y que también plasmó en su cuenta de Twitter.
“Hoy se están planteando dos caminos: uno en que te quieren burro, pobre y sometido, y otro que te quiere libre, con trabajo y educación”. De esta manera, Vidal definió el escenario que se plantea entre el kirchnerismo y Juntos por el Cambio en estas elecciones. Lo hizo desde la sede del PRO en San Telmo junto a los precandidatos Martín Tetaz y Paula Oliveto.
Entre la sarta de latiguillos para la tribuna que lanzó con una pátina de dramatismo, dijo que “en este último año y medio se agregó una nueva dimensión a la discusión con el kirchnerismo, que tiene que ver con que entraron a nuestras casas; en el marco de la pandemia hubo un abuso de poder y empezaron a definir sobre nuestras vidas. Ya no se trata de las discusiones que teníamos de la puerta de nuestras casas hacia afuera sobre el Poder Judicial, el modelo económico o las políticas sociales, sino sobre lo que podemos o no podemos hacer”.
Y algo más: “Fundamentalmente, hay una raya que se corrió que es la de nuestros hijos, que significó que no pudieron ir a la escuela, que si estaban enfermos no pudieron tener las únicas dos vacunas que estaban habilitadas para ellos y que nuestros hijos se quieren ir del país, y los que no se quieren ir no encuentran su futuro”.
No podía faltar, claro, otro de los caballitos de batalla favoritos en la alianza macrista, cuando habló sobre “los jóvenes que están emigrando y los que no emigran pero no consiguen trabajo, porque la desocupación se triplica en ese segmento”.
Para completar el desarrollo de esta especie de manual del alumno ‘cambiemita’, la ex gobernadora disparó contra “un gobierno sin capacidad de respuesta y que al sentimiento de pérdida y de duelo le ha sumado la bronca de la sociedad, porque durante la pandemia los funcionarios no se bajaron el sueldo, porque tuvimos una vacunación vip escandalosa y la foto que confirmó una violación reiterada de la cuarentena por parte del oficialismo”.
Y desde su cuenta de Twitter, Vidal plasmó, a través de un hilo de tuits, algunas de sus “ideas” para llevar al Congreso, a saber:
– Que las subas de los salarios de diputados y senadores sean iguales a la actualización de la jubilación. Porque la suba no puede ser discrecional.
– Y terminar con los privilegios del Estado. Basta a las jubilaciones de privilegio.
– Reconvertir los planes para jóvenes en trabajo. Porque los planes someten a la supervivencia y ellos necesitan progresar, no sobrevivir.
– La ley “Mi primer trabajo” para tener su primer trabajo formal, apoyándolos en sus proyectos y dándoles la libertad de elegir su futuro.
– Monotributo gratis por un año para jóvenes. Para que sea más fácil empezar.
– Y la derogación de la ley de alquileres. Porque nuestro trabajo también es reconocer cuando algo no funciona, y pensar nuevas soluciones.
– Una ley de reparación para reducir los impuestos al trabajo a los sectores hotelero, gastronómico y turístico, los más golpeados por la pandemia.
– Y la eximición de impuestos al trabajo a nuevos empleos en pymes.