El ataque a balazos sufrido anoche por el diputado provincial del PJ correntino, Miguel Arias, constituye un hecho lo suficientemente grave como para generar el repudio de todo el arco político, más allá de las diferencias, teniendo en cuenta que un episodio de esta naturaleza en realidad no deja de ser un ataque contra la democracia en su conjunto.
Otro tanto debería correr para los medios, que sin embargo priorizaron la polémica por la docente que discutió con su alumno en clase o los atentados en Afganistán. Por ejemplo, en la portada de Clarín el tema ocupó solo unos centímetros que aparecen en el margen inferior izquierdo, casi perdido. Pero peor fue en La Nación, en cuya tapa directamente se ignora la cuestión.
Pero volviendo a lo que fue la reacción del universo político, en la superación de grietas y banderías partidarias, no se dio lo esperable ante una situación como la que se vivió anoche en el acto de cierre de campaña en la localidad de Tapebicuá: hasta el momento, desde Juntos por el Cambio no se levantó ni una sola voz para repudiar el ataque al legislador correntino.
El atentado ocurrió en una provincia que, como es el caso de Corrientes, gobierna hace casi 20 años el radicalismo. Sin embargo, ningún referente o alguien de la plana mayor de la oposición hizo referencia al gravísimo hecho, lo que vuelve a poner de relieve, una vez más, la hipocresía y el cinismo que caracterizan a quienes pertenecen a ese espacio, que se llenan la boca hablando de República, ética y honestidad…
La senadora nacional del Frente de Todos por Corrientes, Ana Almirón, repudió el atentado contra Arias -quien recibió un balazo en el abdomen mientras participaba en un acto de cierre de campaña-, y se quejó de la reacción del gobernador de la provincia, Gustavo Valdés: “Es increíble que se comunicó solo por Twitter”.
“La gravedad del hecho es terrible”, sostuvo la legisladora, quien reclamó al mandatario correntino el esclarecimiento del ataque: “Todos los candidatos del Frente de Todos en Corrientes le exigimos al gobernador Valdés que las elecciones no se realicen hasta esclarecer los hechos”. Y agregó: “Ninguno de los que somos candidatos de la oposición nos sentimos a salvo hoy en Corrientes”.
Por su parte, el candidato a vicegobernador del Frente de Todos, Martín Barrionuevo, enfatizó: “No hay duda que es un atentado político, tenemos que saber quién lo perpetró”.
Arias fue intervenido de urgencia por el impacto en el abdomen y se mantenía en estado delicado debido a la pérdida de sangre. Mientras seguían atentos al estado del legislador, la conducción del Frente de Todos se mantenía reunida anoche para decidir los próximos pasos.
Mientras tanto, y a pesar de las horas transcurridas desde el ataque, en las redes sociales no aparecieron mensajes desde ayer de María Eugenia Vidal ni de Horacio Rodríguez Larreta. Claro, tal vez la excusa sea que enfrascados como están en la campaña por las PASO del 12 de septiembre, no tienen tiempo para ocuparse de nimiedades como el atentado contra un diputado.
Y esta indiferencia por parte de la principal fuerza opositora, además de peligrosa no deja de ser la invitación a nuevos atentados.
A pesar de la creencia generalizada de que fue el gran dramaturgo y poeta alemán Bertolt Brecht el autor de un poema que ante este repudiable episodio debe estar más presente que nunca, quien lo escribió fue el pastor luterano alemán Martin Niemöller (1892-1984):
“Primero vinieron por los socialistas,
y yo no dije nada, porque yo no era socialista.
Luego vinieron por los sindicalistas,
y yo no dije nada, porque yo no era sindicalista.
Luego vinieron por los judíos,
y yo no dije nada, porque yo no era judío.
Luego vinieron por mí,
y no quedó nadie para hablar por mí”
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Una indiferencia rayana con la complicidad.