Por Eduardo D’Argenio.- En una preocupante escalada de declaraciones, en los últimos días quedó en evidencia cómo desde las usinas del macrismo salieron con un mensaje que no hace más que desnudar las verdaderas intenciones de ese sector de la oposición en caso de recuperar el poder, y que tiene como objetivo la pérdida de derechos de los trabajadores en favor de una mayor concentración de la riqueza por parte de las empresas.
Por estas horas, lo que más ruido está haciendo fueron los dichos del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, quien sin medias vueltas se pronunció a favor de eliminar la indemnización por despido. Pero en realidad, esa sucesión de dichos que generan lógica inquietud, arrancó hace una semana atrás, cuando María Eugenia Vidal hizo públicas sus propuestas de campaña.
En declaraciones al canal LN +, la ex gobernadora bonaerense y actual precandidata a diputada porteña, dijo que una de sus iniciativas es que los “jóvenes tengan la mitad de los aportes patronales que hacer y la mitad de un salario mínimo cuando entran a trabajar”, como mecanismo para incentivar el trabajo en ese rango etario.
A ese planteo le siguió el economista Ricardo López Murphy, que también apuntó a la necesidad de avanzar con una legislación que permita mayor flexibilidad en los contratos laborales: “Necesitamos una ley laboral que permita contratar y despedir con más facilidad”, dijo el precandidato a diputado nacional por la Ciudad de Buenos Aires, y que se requieren “nuevos contratos laborales que tiendan a no generar litigiosidad”.
Por su parte, Martín Tetaz, segundo en la lista que encabeza Vidal, planteó que “hay que dar una discusión sobre las reglas laborales. Dinamarca tiene una flexiseguridad que combina libertad para entrar y salir de la relación laboral cuando vos quieras, y eso tiene que ser así, pero después tiene un seguro de desempleo decente”.
Y en las últimas horas, aparecieron los dichos de Rodríguez Larreta, quien lisa y llanamente se pronunció a favor de eliminar la indemnización por despido para ir hacia un sistema de seguros, como utiliza el gremio de la construcción.
“Claramente hay que ir de la indemnización a un seguro”, dijo el alcalde porteño. “Hay que tener en cuenta los trabajadores actuales y los millones y millones que hoy no consiguen un trabajo, porque nadie toma un empleado en Argentina con un sistema como éste. No digo que hay que sacarlo de un día para el otro”, aclaró, por las dudas…
“Hay que ir yendo a un sistema como por ejemplo el de la construcción en la Argentina, donde hay algo más parecido a un seguro que a tener que pagar una indemnización”, dijo y agregó que “incluso para el trabajador termina siendo mejor”.
La idea nada novedosa de Larreta provocó un generalizado repudio desde el Frente de Todos. Por ejemplo, Fernanda Vallejos, economista y diputada nacional por la Provincia de Buenos Aires, le contestó desde su cuenta de Twitter: “Leete el art. 14 bis de la CN, que establece que el trabajo gozará de la protección de las leyes contra el despido arbitrario. Repasalo, así evitás papelones. Que los trabajadores y trabajadoras te importan un pepino ya lo sabemos”.
En tanto, el senador nacional por la ciudad de Buenos Aires y titular del PJ porteño, Mariano Recalde, afirmó que Rodríguez Larreta “vuelve a proponer lo que (el expresidente) Mauricio Macri quiso, pero no consiguió: eliminar la indemnización por despido”, y que “nunca las políticas flexibilizadoras generaron empleo. Todo lo contrario; solo contribuyen a maximizar las ganancias empresariales a costa de los derechos de los trabajadores”.
Mientras, el secretario general de la Asociación Bancaria y pre candidato a diputado nacional por el FdT, Sergio Pallazo, sumó su repudio a los dichos del jefe de la Ciudad: “Repudiable actitud de Rodriguez Larreta que quiere eliminar la indemnización de los trabajadores”, posteó.
En realidad, estas declaraciones están emparentadas con la postura de Macri, quien en 1999 pidió “bajar los costos” y allí incluyó a los salarios como una de las variables. “Para volver a hacernos competitivos nosotros tenemos que encontrar un encuadramiento ético en el cual cada uno esté dispuesto a cobrar lo mínimo que le corresponde por lo que hace”, había dicho en aquel momento el fundador del PRO.
Y está claro que el ex presidente llevó a la práctica esa noción: en sus cuatro años de gestión, el salario mínimo medido en dólares sufrió una contracción del 55 %, al pasar de 589 en diciembre de 2015, a 268 cuando dejó el gobierno en 2019.