En agosto de 2018, cuando la pandemia era algo que no pasaba por nuestras mentes, comenté que Vidas Simples, el disco de Juan Bayón quedaría como uno de los grandes disco en la historia del jazz argentino. Palabras que parecían grandilocuentes pero era mi pensamiento de aquellos días. Después vinieron grandes discos del trio Sin Tiempo (Genovese, Otero, Verdinelli) o los hallazgos de Ernesto Jodos en Earlier Trips y Un Viaggio, grabaciones desempolvadas en plena pandemia o el actual Influence con Mark Helías y Barry Altschul. Por último no puede dejar de mencionar New Aurora del Michael Sarian, una verdadera revelación del trompetista argentino que reside en New York.
La introducción es para comentar que estamos ante un nuevo trabajo, esta vez para quinteto, del gran contrabajista Juan Bayón, titulado Silencio Ensordecedor. Lo acompañan Juan Cruz de Urquiza (trompeta), Lucas Goicoechea (saxos), Leo Genovese (piano) y Fran Cossavella (batería). Será publicado por ears&eyes records y saldrá a la venta en CD el 1 de octubre. También se lo puede escuchar o descargar de plataformas digitales.
Según Bayón, el disco fue elaborado entre el nacimiento de su hijo en el 2019 y la muerte de su padre en enero de 2021, y en sus composiciones se cruzan la vida y la muerte, el amor y la esperanza y el silencio ensordecedor que vivimos todos en la pandemia y la cuarentena del año pasado.
El quinteto es en la historia del jazz la formación más perfecta junto al trio. No hay mayor armonía que la conjunción de piano, contrabajo, batería, saxo y trompeta. No nos alcanzarían las páginas para hablar de los quintetos de Dizzy Gillespie y Charlie Parker, los de Art Blakey en más de dos décadas con sus Jazz Messengers y los dos quintetos de Miles Davis, especialmente el segundo que nos han dejado sin aliento.
Después del mítico quinteto Urbano, nos encontramos con un quinteto compacto, con un vuelo de sus músicos que se unen como si fueran un todo. Es difícil recomendar temas cuando el disco es muy parejo, igual lo haré. El primero es “Alicates y Alambrados”, con una conexión total del grupo y una dinámica sonora increíble. “Gigante Indestructible” es mi preferido, con una introducción maravillosa de Genovese y a continuación la trompeta de Urquiza y la batería de Cossavella. Por último, “Poetas Menores” y “Primavera” son de una musicalidad hermosa.
Un quinteto increíble, de esos que te emocionan y que esperas el último tema para volverlo a oír. Y en cada escucha descubrís el mejor jazz que te podes imaginar.