A las pocas horas de la derrota del 12 de septiembre escribí una nota titulada “Para ganar en noviembre hay que embarrarse los zapatos”. Hoy ese título es una realidad y una de las decisiones del FdT para revertir la derrota. El fin de semana el presidente presidente Alberto Fernández apareció, sin aviso, en una feria de Dock Sud conversando con los vecinos.
El cara a cara se reproducirá con el gobernador Axel Kicillof, los intendentes y la dirigencia del Frente de Todos, especialmente en el Gran Buenos Aires.
Con los cambios de Gabinete en la Rosada y en La Plata, el FdT está decidido a modificar el resultado electoral de las PASO. De allí que estudia en detalle las razones por las cuales se perdieron millones de votos en solo dos años. Uno de los trabajos que circula en los despachos de los intendentes del conurbano es el de la consultora Inteligencia Analítica(IA), a cargo de Marcelo Escolar y Sebastián Galmarini donde se analiza en detalle dónde migraron los votos bonaerenses.
El trabajo señala que “en el caso de la transferencia hacia el ausentismo, se verifica un patrón geográfico periférico, coincidente con zonas de clase media baja y baja, con fuerte concentración en asentamientos precarios”. En pocas palabras el peronismo observa que el electorado que lo acompaña en los barrios populares decidió ausentarse o no participar, molesto con el gobierno nacional que no cumplió con las promesas de campaña, más allá de la catástrofe del Covid.
El estudio suma otro ingrediente de alta sensibilidad política: en territorio bonaerense más de 405.000 votos (el 10 por ciento de lo que obtuvo en 2019) migraron del FDT directamente hacia a Juntos. Se trata de un electorado independiente, que se rige diferente en cada elección y que con la decepción de Macri había apostado por Fernández en el 2019.
Otros datos duros del informe dice que el FdT solo retuvo el 57 por ciento de los votos de las PASO de 2019, ya que 1.239.000 sufragios migraron al ausentismo y a Juntos en menor medida. Por eso, quienes se dedican al análisis de los datos piensan que la coalición de gobierno puede cambiar la tendencia derrotista en la provincia, donde la diferencia entre ambos espacios fue de poco más de 350.000 votos.
Martín Insaurralde, el flamante jefe de Gabinete bonaerense ya coordina con Juan Manzur, su par en la Rosada, más los jefes comunales llegar a cada rincón de la provincia para “volver a enamorar” a quienes votaron al FdT en el 2019 y qué ahora están desencantados.
Muchos dirigentes creen que será difícil recuperar la mística cuando no hay trabajo y las heladeras están vacías. De allí que no solo será mística ya que el gobierno va desembolsar más de 150.000 millones de pesos en medidas económicas que mejorarán el bienestar de la gente. Se amplió el piso del impuesto a las Ganancias, se aumentó el salario mínimo que llegará a 33 mil pesos, habrá incrementos en la AUH y las jubilaciones y se espera un nuevo IFE. La idea principal es qué mejoren los ingresos y se active a partir del consumo la rueda productiva, una meta para desarrollar el país y crear trabajo genuino.
No dejes de leer el informe completo de Inteligencia Analítica:
Transferencia de votos 2019-2021
1 comentario
sí sí, se re siente el alivio, uy que alivio que tengo