Luego de las derrota de las PASO, el presidente Alberto Fernández suspendió los grandes actos públicos para realizar visitas sorpresivas a distintos puntos del conurbano bonaerense, en una nueva modalidad de gestión, dejando los anuncios del gobierno nacional en manos de su Jefe de Gabinete, Juan Manzur y los distintos ministros del área. Por su parte, el gobernador Axel Kicillof, decidió comenzar con fuerza su actividad, comprometiéndose en una campaña de cercanía como lo hizo en el 2019, poniendo el foco en dar respuestas en el plano económico y la reactivación que llega.
El presidente combinó esta semana los actos de gestión con recorridas en el territorio, una modalidad que inauguró la semana pasada con visitas a las localidades bonaerenses de Pilar, Ituzaingó y Dock Sud. Esta semana, el mandatario se reunió con trabajadores de Aerolíneas Argentinas y de Aeropuertos Argentina 2000 en el comedor del aeroparque Jorge Newbery; también con personas que pasaron por la cárcel y que hoy trabajan en cooperativas en Lanús, con trabajadores en Ensenada, y recorrió la nueva costanera de Punta Lara. El viernes, visitó la Casa de los Misioneros de Francisco de Lujan, horas antes de la tradicional peregrinación a la Virgen de esa ciudad, y -libreta en mano- fue anotando los reclamos y necesidades de la gente con quien se sentó a charlar.
Más allá de esas recorridas, Fernández se mostró el jueves con la vicepresidenta Cristina Kirchner en un acto en el Museo del Bicentenario de Casa Rosada, donde se presentó el proyecto de ley del “Régimen de fomento al desarrollo agroindustrial”. También participó de un diálogo con la ONU y la OIT.
Kicillof intentará volver a una campaña de cercanía como la hizo hace dos años con lo cual ganó las elecciones por amplia mayoría a María Eugenia Vidal. “Quiere recuperar ese contacto directo con los vecinos, que es parte de su ADN y que la pandemia impidió en el último tiempo. Él considera que ese formato de campaña es mucho más humano y tiene un plus, que es el intercambio fresco y genuino con las y los bonaerenses”, adelantaron en su círculo de confianza.
Desde la Gobernación consideran que se reemplaza el eslogan “la vida que queremos” por el de “salir adelante”. El nuevo mensaje busca ser realista y dar cuenta de que el oficialismo reconoce las cuestiones que aún faltan para alcanzar el bienestar social prometido.
Desde calle 6, sede de la Gobernación, confían en los nuevos cambios de gabinete para darle más dinamismo a la gestión. También evalúan que además del gobernador y la figura del presidente, habrá una fuerte actividad de Máximo Kirchner, Sergio Massa, el flamante jefe de Gabinete Martín Insaurralde, la vicegobernadora Verónica Magario, los intendentes y los ministros nacionales Jorge Ferraresi y Gabriel Katopodis y el provincial Leonardo Nardini.
No se descarta que Cristina Kirchner realice actos sorpresas en el Gran Buenos Aires como lo hizo durante la campaña de 2017.
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