Poco después de las 11, Mauricio Macri votó en una escuela del barrio de Palermo, y al salir del establecimiento sostuvo ante la prensa que los próximos dos años serán “difíciles”, pero que “Juntos por el Cambio va a ayudar a que la transición sea lo más ordenada posible”.
De esta manera, el ex presidente lanzó un peligroso mensaje de tono desestabilizador, dando ya por sentado que de acá al 2023 el Gobierno del Frente de Todos será prácticamente una gestión sin poder, y que sólo habrá que esperar el fin de la actual administración.
Mientras los aplausos se mezclaban con gritos en los que le recordaban su rol como evasor y responsable de la colosal deuda que con el FM que sufre el país, Macri dijo: “Espero que todos los argentinos vayan a votar y sean protagonistas de un cambio de era en la Argentina”.
Según Macri, “el país está entrando en una nueva era que va a ser guiada por la verdad y la sensatez, y nos va a llevar a que cada argentino tenga trabajo”.
Ante la consulta sobre cómo imagina la segunda mitad de la presidencia de Alberto Fernández, el ex mandatario sostuvo que estos dos años serán “difíciles, pero Juntos por el Cambio va a actuar con mucha responsabilidad, ayudando a que la transición sea lo más ordenada posible para que se vuelva a poner el país en el rumbo correcto”.