En medio de la fuerte suba de contagios por algunas de las distintas variantes de Covid-19 que se vienen registrando en los últimos días, la oposición volvió a reflejar una vez más su altísimo grado de irresponsabilidad en el terreno sanitario, al rechazar el pase sanitario que, dispuesto por el Gobierno nacional, empezará a regir a partir del 1 de enero en todo el país.
Por su parte, el arzobispo de La Plata, Víctor Manuel Fernández, tuvo que salir a aclarar que no se opone a que el Estado lleve adelante un control en ese sentido, y consideró que es “una barbaridad” pretender mostrarlo en una postura de rebeldía contra el pase sanitario que rige desde el martes en la provincia de Buenos Aires para poder acceder a determinadas actividades culturales, deportivas, religiosas y recreativas en espacios cerrados, así como la realización de trámites presenciales en organismos públicos y entidades privadas.
“No existe fundamento científico que avale tal medida ante la actual situación sanitaria, ni ante las que hemos vivido”. Así comienza el escrito que lleva las firmas de, entre otros, Sabrina Ajmechet, Javier Milei, Victoria Villarruel, José Luis Espert, Carolina Píparo y Fernando Iglesias.
Asimismo, plantean que la medida “violenta lo regulado en la Carta Magna, atenta contra lo establecido en el Código Civil y Comercial y también se evidencia en colisión con el Código Penal de la Nación”.
Agregan que “su aplicación, de dificultosa, hasta imposible implementación, solo crearía una nueva situación caótica de las muchas que hemos atestiguado desde marzo de 2020, y por lo tanto de pérdida de credibilidad de las instituciones, tanto gubernamentales como científicas, así como gastos millonarios de las arcas del Estado”.
En ese contexto, sostienen que “los diputados nacionales aquí firmantes rechazamos la instauración de un sistema de control de acceso a cualquier ámbito público dispuesto por el Estado. Pase sanitario u otra denominación que se le diera”.
Desde La Libertad Avanza compartieron el documento sosteniendo: “De ninguna manera vamos a ser cómplices del fascismo sanitario que nos quieren imponer”.
Mientras, el arzobispo de La Plata, Víctor Manuel Fernández, disparó contra el diario La Nación, “porque afirmó –dijo- que la Iglesia se opone al pase sanitario en los eventos masivos. Y esto ya es una barbaridad”, criticó en una carta titulada “Cocoliche permanente”.
Es que el martes el prelado se reunió con la ministra de Gobierno bonaerense, Cristina Álvarez Rodríguez, tras lo cual publicó una carta dirigida a los feligreses platenses publicada en el sitio web del Arzobispado, en la que planteó: “Queridas/os hermanas/os: en una reunión citada en la Gobernación por la Sra. Álvarez Rodríguez, de la cual participé, quedó claro que no es competencia de la Iglesia pedir un pase sanitario para los actos de culto y realizar su control”.
“Esto se debe tanto a dificultades de logística como a la imposibilidad de prohibirle a alguien que participe de una misa”, dijo en la breve carta. Y continuó: “Si el Estado en algún momento cree necesario hacerlo lo hará con sus propios medios, pero no se nos exigirá a nosotros realizar ese control”.
“En cambio nos comprometimos a seguir colaborando con los cuidados sanitarios (barbijo, distancias, etc.) y alentando la vacunación. Otra cosa son los campamentos, recitales, grandes encuentros de jóvenes, donde ciertamente habrá que requerir la vacunación”, finalizó el texto.
Como algunos medios de comunicación publicaron que Fernández estaba en contra del pase sanitario, el Arzobispo posteó el miércoles por la tarde un texto en su cuenta de Facebook denominado “Cocoliche permanente” en el que expresó: “Lamentablemente, a cada rato hay que salir a aclarar lo que a cualquier periodista se le ocurre decir sin una gota de ética”.
“Ayer comuniqué a mis fieles que en una reunión en la Gobernación varios obispos planteamos que era muy difícil exigir y controlar un pase sanitario al ingreso de las misas. Al ingreso de un festival se puede echar a alguien, pero para nosotros es más complejo echar a alguien de la celebración de la comunidad”, dijo Fernández.
Explicitó que “para una cosa así tendríamos que contratar personal adecuado. Hay un problema de logística. Pero no nos oponemos a que el Estado haga ese control”.