La aparición del video en el que el ex ministro de Trabajo bonaerense, Marcelo Villegas, plantea la creación de una Gestapo para terminar con los gremios, encendió, más que señales de alerta hacia el interior de Juntos por el Cambio, la posibilidad cierta de una implosión que no hace más que profundizar la salvaje interna en la que se tiran con munición pesada entre unos y otros en la coalición opositora.
Y, de manera inevitable, crecen la desconfianza y las suspicacias entre los distintos actores de un espacio que no deja de mostrar sus propias grietas a través de un fuego cruzado que, por ahora, no tiene límites.
Así, surgen no pocas y lógicas preguntas: ¿Por qué apareció ahora este material, que fue registrado en junio de 2017? ¿Cuántas horas de grabación hay de esa y otras reuniones? ¿Quién tiene interés en que se difunda este video? ¿Macri ordenaba espiar a Vidal? ¿Quién de los dos queda más expuesto y comprometido: el ex presidente o la ex gobernadora?
El video en cuestión sugestivamente apareció en la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) dos años después de terminado el gobierno de Macri, y cuatro años y medio después de aquel encuentro en una sede del Banco Provincia. El “descubrimiento”, mientras revisaban discos duros, se dio casi simultáneamente a que Vidal anunciara, en una cena ante 70 personas, que competirá por la presidencia en 2023.
De ahí que del entorno de la ex gobernadora no dudan en apuntar directamente al “fuego amigo”. El propio Villegas envió un mensaje interno al cuestionar la filmación de una reunión privada. “Lamento que aun en plena democracia se utilicen este tipo de prácticas ilegales y escuchas, que además de ilegales pueden estar adulteradas”, dijo.
Está claro que, en este contexto, no juega a favor esa constante relación de desconfianza que tienen Macri y Vidal. El ex mandatario había pedido públicamente antes del cierre de listas que la ex orgullosamente bonaerense compitiera en la Provincia, pero finalmente ella se decidió por la Ciudad por pedido de Horacio Rodríguez Larreta.
“No sabemos hasta dónde puede llegar el Blockbuster de Mauricio”, dicen en el PRO, en referencia a la desparecida cadena de alquiler de películas. En otras palabras, por el momento no se animan a asegurar si este tipo de operaciones montadas por la AFI durante su mandato alcanza a otros ministros o gobernadores.
En el macrismo tampoco descartan que los espías, que incluso participaron de aquella reunión con Villegas, hayan pretendido mandar un mensaje.
La vicepresidenta Cristina Kirchner ironizó sobre “el cuentito de los cuentapropistas”, en relación al reciente fallo de la Cámara que sobreseyó a Macri, y determinó que no existió “asociación ilícita” para el espionaje ilegal, sino que se trató de acciones aisladas de los ex agentes de la AFI.
El fallo fue operado por Daniel Angelici, y por eso en el PRO se preguntan si esos cuentapropistas buscaron exponerlo en venganza, ya que, como remarcó Cristina, en la reunión con Villegas estaba Sebastián De Stéfano, Director de asuntos jurídicos de la AFI durante el mandato de Macri, y perteneciente al riñón del “Tano”.
Por su parte, el periodista Diego Genoud (El DiarioAr) sostiene que el video “golpea a la ex gobernadora, pero también al ex presidente, porque viene a evidenciar lo que el poder ya sabía: los técnicos, que no son cuentapropistas, dependen de las órdenes de la política, que los precisa para llevar adelante sus objetivos.
Y agrega que “el sincericidio de Villegas corrobora los comportamientos mafiosos que tuvo el macrismo para enfrentar a las mafias sindicales, siempre disfrazado de república y decencia, con la presunción de pureza que se le concedió a pura militancia”.