Marcos Galperin, fundador y dueño de Mercado Libre, quien es el hombre más rico de la Argentina, viene operando desde las sombras en Uruguay, con críticas hacia el gobierno de Alberto Fernández y articulando con algunas ex figuras de Juntos para el Cambio, para que ese espacio político vuelva al poder en 2023.
De acuerdo a lo revelado por uno de sus colaboradores, y según revela el diario Página/12, el empresario “está tan activo como en la campaña de Mauricio en 2015 y 2019″.
Radicado en la exclusiva localidad de José Ignacio, en Punta del Este, la lujosa mansión de Galperin funciona como bunker de operaciones y reuniones.
El multimillonario Ceo de Mercado Libre no suele mostrarse demasiado en lugares concurridos, pero según sus amigos “tiene la decisión tomada, está orientado a apoyar a Juntos, pero no se decide aún por cuál de sus dirigentes”.
En el artículo del diario se destaca que “esa contextualización de un Ceo que antes era más cuidadoso e indirecto en el juego de la política partidaria, es toda una novedad en la vida pública del dueño de la empresa de compras on line que se diversificó al comercio y al retail”.
Y se recuerda que los negocios de Mercado Libre crecieron a la luz del empuje de Cambiemos a esa firma en particular y de las varias reuniones de Galperin con Macri y otros funcionarios. Con él se mueven, además, otro puñado de unicornios tecnológicos que sostienen la cámara Endeavor, uno de los polos empresarios de mayor juego opositor.
Fueron ellos, con Galperin como ideólogo, quienes crearon el grupo de Whatsapp empresario Nuestra Voz, para respaldar la candidatura de Macri en 2019. Luego, el chat se fue disolviendo y quedaron sólo los ceos muy militantes del macrismo.
Se destaca que esa dinámica aburrió hasta al propio Galperin, que cree que el peronismo no es el modelo, pero quiere ver las cartas de la nueva oposición amarilla. “No le gusta hablar de nombres, pero quiere PRO, no radicales”, describió otro cuadro cercano al CEO.
En Punta del Este, Galperín es una especie de nuevo gurú empresario, el nuevo Paolo Rocca: el millonario más grande de Argentina que hizo dinero con un negocio que gambetea convenios laborales y es aún poco comprensible para quienes están acostumbrados a los negocios de la economía real.
Con él se dejaron ver, por caso, Guibert Englebienne, uno de los cofundadores de Globant, la empresa que nació con créditos subsidiados a pymes tecno del primer kirchnerismo, y hoy es un gigante imparable; y Gastón Parisier, creador de Bit Box y miembro de Endeavor.
En tanto, se señala que todos ellos tienen terminales políticas casi exclusivas en las playas de Juntos. La mayoría cultiva una amistad con el ex ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, que también tiene casa allí. Y con Francisco “Pancho” Cabrera, ex titular de Producción en los años de Macri. Este último es uno de los tiende puentes entre el macrismo, Galperin y el Gobierno del Uruguay.
El presidente del vecino país, el derechista Luis Lacalle Pou, para los amigos “Cuquito” (apodo que heredó de su padre), es habitué en las conversaciones con empresarios argentinos que se radicaron al otro lado del río.
Al juego con la oposición de Galperín no pudieron hacerle sombra ni los históricos del Este uruguayo. También fueron parte de la rosca en la costa vecina el constructor y multi negocios de IRSA, Eduardo Elstain, y el casi local Cristiano Rattazzi: el extitular de la FIAT vive casi todo el año allí, un éxodo que también coincidió con la salida de Macri del poder.
Por último, se precisa que otro que tuvo poca actividad pública fue el ex ministro de Economía que tomó la deuda con el FMI, Nicolás Dujovne. El ahora asesor financiero que aconseja, entre muchos otros, a Galperin, también tiene casa en José Ignacio y todas las reuniones que mantuvo fueron para seguir incrementando carteras de clientes.