“Laura necesito que te juntes con un amigo mío que está trabajando conmigo, es una persona de mi confianza, lo conozco hace mucho, y lo embocaste en una denuncia. Y encima Clarín lo nombró”. Así arranca uno de los audios que la ex vicepresidenta Gabriela Micheiti le envió a la por entonces titular de la Oficina Anticorrupción (OA) durante el gobierno de Cambiemos, Laura Alonso, para que dejara de investigar a Guillermo Pino, sospechado de haber manejado de forma discrecional la pauta de la ANSES entre 2014 y 2015.
“Necesitamos que te juntes con él porque, la verdad, es que no tiene una mierda que ver. No quiere que obviamente lo empiecen a nombrar”, le aclara por las dudas quien era la número dos de Mauricio Macri.
Lejos del republicanismo con el que les gusta llenarse la boca, nuevamente las pruebas irrefutables demuestran que el gobierno de Cambiemos, y sus integrantes, se encontraban lejos del respeto a las instituciones. Y queda demostrado que Michetti y Alonso se autoproclamaron con el derecho de decidir quién debe y quién no ser juzgado.
El periodista Tomás Méndez difundió, a través de su programa “Duro de Callar”, por Radio del Plata, una serie de audios donde se escuchan tres mensajes de Michetti a Alonso solicitándole que frene una investigación en curso contra un “supuesto” kirchnerista que nunca fue tal, sino más bien, y tal cual ella misma reconoce, un “amigo” de la ex vicepresidenta.
El “amigo” en cuestión es Guillermo Pino, quien se vio envuelto en una investigación cuando se desempeñaba en la Anses, más allá de ser socio de Enrique Blaksley y su compañía Hope Funds S.A., considerado el mayor estafador de la historia argentina y quien hoy se encuentra cumpliendo condena en la cárcel, no como Pino, que parece que zafó por su amistad con “los republicanos”.
En octubre de 2017 la OA filtró a los medios una denuncia que involucraba a la agencia Braga Menéndez por haber recibido de forma discrecional contrataciones por $ 118 millones. Sin embargo, con el cambio de gobierno, Pino comenzó a trabajar junto a Michetti, y la vicepresidenta le pidió a Alonso que recibiera al productor para correrlo de la denuncia.
“Te pido que hasta que no lo veas trates de no profundizar ni hablar de él como parte de una cosa corrupta porque no lo fue, se llama Guillermo Pino”, agrega la ex presidenta del Senado en los audios revelados en las últimas horas.
Y agrega: “Él te quiere contar bien, porque está viviendo una sensación de angustia total. El pibe es súper espiritual, hacen todas las investigaciones que te puedas imaginar de las cosas espirituales. Es un amor de tipo, es como nosotras”.
En otro de los audios, Michetti continúa: “Te agradezco por haberle dado la reunión a mi amigo. Es uno de los que está involucrado en la denuncia de la ANSES, del tema de comunicaciones, pero la verdad que es el pibe más divino que yo he conocido en la tierra. Y es del estilo nuestro”.
Los mensajes dan cuenta de cómo Michetti traficaba influencias en favor de personas cercanas o que trabajaban a su lado. El material recuerda otro episodio que tuvo a la ex vicepresidenta de Mauricio Macri como protagonista: cuando tomó su teléfono para despotricar porque no le gustaban las preguntas que la querella estatal le hacía a uno de los ex fiscales que fueron condenados por el encubrimiento del atentado a la AMIA.
El 27 de octubre de 2017 el diario Clarín publicó una nota en la informaba que la OA había denunciado a la Anses por haber destinado 118 millones de pesos entre 2010 y 2015 a publicidad. Según el artículo, el entonces gerente de prensa del organismo, Guillermo Pino, habría favorecido a una agencia de publicidad al hacer convocatorias “de urgencia”.
Para el momento en que la OA dio a conocer esa denuncia, Pino trabajaba para Michetti, quien no dudó en manotear su teléfono y pedirle a Alonso por su conocido.
Como si todo esto fuera poco, esta mañana Tomás Méndez dio a conocer otro revelador chat, pero en este caso entre el mismísimo Mauricio Macri en tiempos de su presidencia con Laura Alonso. Fue el 23 de septiembre de 2017.
Ahí, la entonces titular de la OA le escribe al jefe de Estado: “Estuve ayer con G.H. por una gestión del Negro Arribas. Me dijo que es amigo tuyo y que me quiere ayudar a seguir creciendo. Si te parece bien, avanzo con G.”.
El tal G.H. es un poderoso empresario de medios en Argentina. Un tipo con la capacidad de subir o de bajar a un dirigente. Cómo será la gravitación que tiene este empresario, que hasta el propio Macri le teme, y por eso le implora a Laura Alonso: “No me vendas“.