Para frenar la inflación hay que terminar con la avaricia de los poderosos

El presidente anunció ayer que “estamos en guerra” contra la inflación y prometió terminar con los especuladores.  En febrero la inflación llegó al 4,7 por ciento y el aumento en los alimentos a un 7,5% y si miramos el Gran Buenos Aires, donde vive la población más castigada, el aumento en los alimentos marcó el 8,6%, una cifra que aterra.

Mientras tanto, los empresarios del campo están logrando ganancias exorbitantes por la guerra entre Rusia y Ucrania. La Bolsa de Rosario ya pronosticó ganancias brutas de US$ 336 en el trigo y de  US$ 939 en la soja de segunda, más el maíz con un margen bruto de  US$ 1.045 y el tardío de  US$ 719.

Los empresarios solo piensa en ganar y ganar. Anoche los grandes exportadores de carne (Consorcio de Exportadores de Carnes)  decidieron retirarse del programa acordado que ofrece cortes baratos de manera unilateral y la Secretaría de Comercio Interior salió a responderles con la amenaza de la Ley de Abastecimiento. Hay que recordar que en el ultimo mes el  kilo de carne picada se disparó 11,7%, la paleta aumentó 7,8%, la nalga: 7,7%, el  cuadril 6,6% y el asado un 2,9%. En tanto, el pollo entero subió un 4,8%.

Luego que el jueves se apruebe el acuerdo con el FMI, el gobierno debe analizar una serie de medidas contundentes para terminar con los especuladores. El presidente debería juntarse con la vicepresidenta y entre ambos resolver las propuestas, ya que se necesita un gobierno fuerte para enfrentar a los poderosos que lo único que piensan es en ganancias propias.

Uno de los principales temas que buscará contener el Gobierno es el aumento del precio de los alimentos, en especial de los commodities agrícolas. La idea es amortiguar el aumento del trigo con la creación de un fideicomiso de 800.000 toneladas de trigo para la elaboración de harina 000 y fideos secos dentro del plan +Precios Cuidados.

Además de esto, planea poner en funcionamiento otras herramientas, a partir de la obtención de recursos vía eliminación del diferencial en los derechos de exportación que beneficia a los subproductos de la soja, como los son el aceite y la harina, sin necesidad de aumentar por ahora las retenciones a los granos. De allí que el gobierno suspendió el Registro de Declaraciones Juradas de Venta al Exterior.

Mientras se esperan las medidas que analiza el gobierno para bajar el precio de los alimentos, el legislador bonaerense Omar Plaini planteó la necesidad de extender por 10 años el aporte solidario de las grandes fortunas que se concretó en plena pandemia. El legislador calcula que el Estado recaudó 247 millones tomando un dólar a 90 pesos y hoy superaría los 2700 millones. Plaini lo planteó pensando en la brutal deuda con el FMI pero hoy tendría más valor a partir que el mundo esta en guerra.

La batalla es desigual. El gobierno tiene que unificar al Frente de Todos, salir a explicar todas las medidas por cadena nacional, una y otra vez. No retroceder pese a las apretadas de los medios hegemónicos y los empresarios del campo. En esta pelea se define la comida en la mesa de los argentinos.

El Papa Francisco ha sido claro al condenar la “avaricia de unos pocos” y “la idolatría del dinero, la codicia y la especulación”. Es el momento que se tomen las medidas necesarias para promover la solidaridad y la búsqueda de un país más justo.