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24 noviembre, 2024
PAÍS

El impulso de la oposición para voltear el gobierno y la necesidad de buscar la unidad del FdT para frenar la avaricia de los poderosos

Por Alfredo Silletta

Las diferencias políticas entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner están en las tapas de los medios hegemónicos y no hay día que no aparezca una frase encomillada del presidente o la vicepresidenta. De Cristina es obvio que ni Clarín ni La Nación tienen llegada a ella y como ejemplo fue el desconocimiento de la prensa y hasta de los servicios de inteligencia sobre la aparición del libro Sinceramente o el video que anunció la fórmula presidencial en mayo de 2019. Quizás pueda haber algunos albertistas que caminan los pasillos de la Rosada y les gusta convertirse en los  “machos del off”, una frase que acostumbraba a usar Alberto Pérez, el ex jefe de gabinete de Scioli, sobre aquellos personajes que les encanta quedar bien con los periodistas y afirman haber escuchado lo dijo el presidente.

Más allá  de los medios hegemónicos, desde Juntos por el Cambio están preocupados por el crecimiento económico y una posible recupación económica que vuelva a poner competitivo al Frente de Todos.  Mauricio Macri, ya fuera del campeonato mundial de Bridge, sabe que la causa de los espías avanza en el juzgado de Martínez de Giorgi  y también en el juzgado federal de Kreplak en La Plata, donde la semana pasada el ex director de Contrainteligencia de la AFI, Diego Dalmau Pereyra,  afirmó que la operación de la Gestapo antisindical del banco Provincia fue organizada por Gustavo Arribas y Silvia Majdalani, casi como reconocer que la orden vino del ex presidente.

Por estas horas, hay negociaciones intensas para solucionar la falta de gas para el invierno, en parte por la guerra en Ucrania, que frenaría el funcionamiento de muchas empresas, con lo cual se detendría el crecimiento económico. Evo Morales trabaja intensamente para que Bolivia aporte el gas necesario y Daniel Scioli en Brasil negocia con Bolsonaro para que una parte del gas que va a su país desde Bolivia pueda ser enviado a la Argentina. Y en esta movida, además colaboran las autoridades de IEASA que responden a Cristina Kirchner. Cuando peligran los intereses del país, todos tiran para el mismo lado.

Paralelamente, avanza el proyecto impulsado por los senadores del Frente de Todos para  crear un Fondo Nacional para la Cancelación de la deuda con el FMI, que implicaría que los evasores y fugadores de divisas no declaradas en el exterior deban pagar por su delito. El proyecto fue rápidamente apoyado por la Casa Rosada.

En Juntos por el Cambio están preocupados que el gobierno encuentre la solución a la inflación, que se sigan cayendo las burdas operaciones judiciales como la de los “cuadernos de Centeno” y que el FdT llegue fortalecido al próximo año.

De allí, que en las últimas horas Alfredo Cornejo no descartó que haya un llamado a una Asamblea Legislativa para cambiar el gobierno con la excusa que se podría caer el acuerdo con el FMI. “No descarto qué pueda pasar, si hay una inflación muy alta, rondando la híper o una corrida bancaria por la bola de las Leliqs”, dice Cornejo sin ponerse colorado.

Más allá de las fantasías golpistas de la oposición, hay diferencias importantes en el seno del Frente de Todos. El presidente cree que con el diálogo con los empresarios y el campo se puede alcanzar un “acuerdo de precios y salarios”. Desde el kirchnerismo creen que hay que tomar medidas drásticas y bancarse el conflicto con los poderosos.

Desde el Instituto Patria consideran que ante la brutalidad de los  aumentos inflacionarios de estos meses, que ya acumulan un 18% de subas, hay que salir en forma urgente con un bono obligatorio para los trabajadores  estatales y privados, mientras se continua discutiendo paritarias. El ministro Guzmán no está de acuerdo y los sectores más conservadores de la CGT insólitamente apoyan al ministro.

El presidente reitera que confía en el diálogo. Nadie se lo cuestiona pero a veces la moderación y el diálogo no alcanza cuándo desde el campo, la UIA y los grandes monopolios no quieren que este gobierno continúe y, mucho menos, que sea exitoso. Prefieren que vuelva el macrismo y cumpla con lo que esta anunciado a viva voz por estos días: déficit cero, reforma laboral y jubilatoria, reducción drástica de los empleados públicos, menos planes sociales, la venta de las empresas estatales y si es necesario una dolarización que implicaría una mega devaluación que llevaría un peso a 5000, con lo cual se deteriorará en forma brutal el salario y los ingresos de los argentinos. Sin inflación pero en el cementerio.

A veces hay que tomar el toro por las astas. Como dijo Néstor Kirchner el 15 de julio de 2008, en pleno enfrentamiento con el campo en la plaza de los dos Congresos: “El Estado tiene que poner equilibrio y las retenciones permiten que ustedes puedan comer a costos nacionales. Hay un dirigente de ellos que lo dijo, casi en una actitud de caradurismo increíble. Dijo que paguemos el lomo 80 pesos como los uruguayos. ¡Qué poco le importan los argentinos! …Hablan de democracia y cortan las rutas; hablan de democracia y desabastecen a los argentinos; hablan de democracia y nos queman los campos; hablan de democracia, y escuchen bien, por favor esto, como las peores etapas del ’55 y del ’76, salen como comandos civiles o grupos de tarea a agredir a aquellos que no piensan como ellos en forma vergonzosa…”

 

 

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2 Comentarios

Martacantkiert 5 abril, 2022 at 5:20 pm

A pesar de todo lo que apoyo a Cristina su actitud el otro día en el Senado no me pareció correcta. Fué de una inmadurez política que asombra. No hay nadie infalible, y debemos admitir que Cristina tampoco lo es.

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